Aunque todavía faltan algunos días para que inicie el segundo año de la actual Legislatura, ya comenzaron los estiras y aflojas respecto a quién será él o la nueva president@ del Congreso del Estado, sobre todo porque al ser la segunda fuerza política en el Poder Legislativo local, los diputados de Morena ya traen no sólo un ojo, sino toda la mirada puesta en la Presidencia del Congreso que dejará la panista Geo Bujanda, sin embargo, nos enteramos que las negociaciones podrían ponerse densas entre los jefes de los diversas partidos políticos que son representados en la Torre Legislativa, sobre todo porque en caso de que los morenistas y su coordinador de bancada, Cuauhtémoc Estrada, postulen a Benjamín Carrera o incluso a María Antonieta Pérez, los azules, comandados por Mario Vázquez y que son mayoría, ya les advirtieron que nomás no pasarán, pues son considerados como “radicales”, sin embargo, la cosa cambiaría si los morenos se decantan por Adriana Terrazas, la expriista que al parecer lleva buenas migas con el resto de las fuerzas políticas en el Congreso.
Sin embargo, en una de esas y si de plano el consenso no llega, a la bancada de Morena los pueden dejar sin la Presidencia del Congreso, decantándose por algún priista o hasta por los únicos representantes del PT y de MC, Deyanira Ozaeta y Francisco Sánchez, vaya, todo puede suceder en los próximos días que comiencen las negociaciones.
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El que de plano su cinismo se lo traga con “chelas bien heladas” es el exgobernador Javier Corral, quien se llena la boca al acusar a quienes él mismo persiguió por “rencor y venganza”… ¡con hacerle lo mismo a él!, como si se tratara del paladín de la justicia y del último guerrero anticorrupción, cuando los hechos durante cinco espantosos años de (des)administración demuestran lo contrario, razón por la que ya se le inició un proceso de juicio político luego de que así lo decidiera la Comisión Jurisdiccional del Congreso del Estado.
Pero como su cinismo es vasto y su falta de autocrítica es inmensa, Corral Jurado presumió que el juicio político no le preocupa y que de eso hablaría hasta hoy, ya cuando se terminara su cumpleaños, mismo que festejó en las playas de Mazatlán, divirtiéndose e ingiriendo “chelas bien heladas”, así textual, como las que nunca dejó de tomar aún en horario laboral cuando decía ser gobernador de Chihuahua.
Por cierto, por ahí trascendió que ante lo que le ocurre acá en el estado que decía gobernar, desde las investigaciones en su contra por presuntos actos de corrupción y el mentado juicio político, se dice que ya hubo queja de Corral con la 4T y Andrés Manuel López Obrador, con quien de repente se volvió un “amigo” más a raíz del compromiso que adquirió con el tabasqueño para entregar Chihuahua a Morena, lo cual no fue otra cosa que otra promesa incumplida por parte del paseño.
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Ya que andamos con la 4T y Javier Corral, el delfín de ambos que nomás no pudo obtener la gubernatura el año pasado a pesar de que le pusieron todo en charola de plata, hablamos del súper delegado Juan Carlos, ayer anduvo en la Ciudad de México en una serie de reuniones de trabajo, aunque más bien también para rendir cuentas a su grupo de lo ocurrido durante la salvaje elección de consejeros morenistas el domingo pasado, en la que Loera fue uno de los señalados de ordenar un tremendo mapacheo electoral, aprovechándose de su posición respecto a los programas del Bienestar. Así que para disfrazar que no nada más fue a reportarse con su jefa inmediata e inseparable amiga, Ariadna Montiel, también se le vio con Eliseo Edmundo Rosales, oficial mayor de la Agencia Nacional de Aduanas.
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Quien estuvo muy felicitado en su cumpleaños, que celebró el lunes 1 de agosto, fue el alcalde Marco Bonilla, quien en unos días regresará de vacaciones, pero mientras estaba de descanso, el Presidente Municipal de Chihuahua capital estuvo más que felicitado, entre la que destaca la gobernadora Maru Campos, quien le dedicó unas palabras al alcalde Bonilla, con el cual continúa el consenso, los acuerdos y la buenas voluntades, por más rumores que se suelten un día sí y el otro también.
Source: Columna