Tres días antes de que se fugara Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera comenzaron a escucharse ruidos en la zona de tratamientos especiales sin que ningún miembro de seguridad les prestara atención, revelaron a la Procuraduría General de la República (PGR) los internos que estaban en celdas contiguas a la que ocupó el líder del cártel de Sinaloa.
Funcionarios que participan en el Gabinete de Seguridad Nacional señalaron que los internos de las celdas 11 a 18, y que pertenecen a grupos rivales al cártel de Sinaloa, entre ellos Miguel Ángel Treviño, “El Z-40”, ex líder del cártel de Los Zetas, aportaron información importante para la identificación de los custodios que facilitaron la evasión de Guzmán Loera.
Las indagatorias realizadas por personal de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia organizada (Seido) han descubierto que los trabajos para perforar únicamente el piso de la celda de Guzmán Loera tomó tres días.
De acuerdo con la información recabada, los siete presos que se encuentran en la misma zona en la que Guzmán Loera estuvo preso desde febrero de 2014 hasta el pasado 11 de julio cuando escapó, aceptaron declarar ante los agentes del Ministerio Público y relataron lo que escucharon.
Inclusive, dijeron las fuentes, el día de la fuga “El Chapo” Guzmán Loera habló con los miembros de su organización antes de saltar por el boquete que se abrió en el piso de la regadera de su celda.
Aunque el titular de la Comisión Nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido García, dijo que el comportamiento de “El Chapo” Guzmán era el normal de una persona presa en esas condiciones, las declaraciones de los internos echaron por tierra sus afirmaciones, pues señalaron que alcanzaron escuchar los cuchicheos.
De igual manera, explicaron que la revisión de la celda de Guzmán Loera tardó más de 15 minutos y que solamente llegaron dos hombres y que presuntamente trataron de alcanzar al líder del cártel de Sinaloa, pero los custodios tardaron más de una hora en cruzar la galería.
AGENCIAS