Los que se quedaron sin Juan y sin las gallinas fueron los diputados radicales de Morena, no así Morena como partido, es decir, los del grupo del alcalde Cruz Pérez Cuéllar y los que aunque no son crucistas, no pueden ver ni en fotos al súper delegado Juan Carlos Loera. Y es que la morenista Adriana Terrazas asumió la Presidencia del Congreso del Estado por mayoría y consenso del resto de los partidos políticos con representación en el Poder Legislativo: PAN, PRI, PT y MC, a pesar de los pesares de sus compañeros morenistas que se rasgaron las vestiduras y pretendieron seguir la línea que les fue lanzada desde la dirigencia estatal a través de Brighite Granados y de quien realmente mueve los hilos, la secretaria del Bienestar, Ariadna Montiel y del tío Loera de la Rosa.
Pero con el apoyo del líder nacional, Mario Delgado, quien ya se la debía al crucismo, de Hugo González, del Consejo Estatal y a través de la venia de Palacio, con todo y que el resto de los diputados locales de Morena armaron Pancho, ni así les alcanzó para que su compañera de partido se alzara como presidenta del Congreso, ¿por qué? Porque es una persona institucional que si bien es morenista, sabe bien que en un encargo como esos, el consenso, la política en sí, es lo que destraba los líos y es el antídoto para la polarización. Por eso y mucha cosas más, Benjamín Carrera nunca fue bien visto como un posible presidente del Congreso.
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Otro que armó berrinche fue el todavía rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua, Jesús Villalobos Jión, quien no ocultó su molestia cuando los reporteros le preguntaron el por qué no se inscribió en el proceso para renovar la Rectoría, a pesar de que se le permitió, a través de la más reciente reforma a la Ley Orgánica de la UACH, armar un traje a la medida para quedarse con los máximos honores, lo que al momento del cuestionamiento, detonó el enojo en el actual Rector.
Pero como ya lo mencionamos en estas mismas líneas, su berrinche no sólo quedó a la vista de los reporteros, sino en el proceso de renovación, tanto, que aunque se esperaba que la sesión del Consejo Universitario se realizaría hoy, Villalobos Jión y el otro personaje molesto por no quedarse con la rectoría, Mario Trevizo, le dieron largas al análisis y muy probablemente sea a más tardar el miércoles cuando Luis Alfonso Rivera Campos, director con licencia de la Facultad de Derecho, sea ungido como el próximo rector de la máxima casa de estudios.
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El que ayer volvió a Palacio luego de tres años de renunciar a la Secretaría General de Gobierno cuando se dio cuenta, a tiempo, que la (des)administración de Javier Corral era un caos, fue Cesar Jáuregui Robles, ese que le dicen el “bueno” debido a que se llama igual que uno de sus sucesores en el puesto, el actual secretario General de Gobierno, César Jáuregui Moreno, ambos panistas, muy aguzados en materia jurídica y buenos, los dos, para hacer política.
El caso es que los dos tocayos se encontraron en un evento en Palacio de Gobierno y no faltaron los abrazos, pues Jáuregui Moreno supo reconocer que Jáuregui Robles se dio cuenta que Corral era un charlatán, por lo que se bajó del barco mucho antes de que a don JaviCo se le notara el cobre desde lejos.
Source: Columna