Aunque el mismísimo exgobernador Javier Corral y los pocos seguidores que aún tiene, casi casi lloran de alegría cuando Andrés Manuel López Obrador calificó de “persecución” lo del proceso penal en contra del exfiscal Paquito González por presunta tortura, proceso que, por cierto, se abrió de una petición por parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que encabeza la amloísta Rosario Piedra Ibarra, dicen los enterados que esa declaración que se aventó el tabasqueño en su mañanera sin que alguien le hubiera preguntado, solamente provocó que desde la Fiscalía General del Estado alisten las órdenes de aprehensión en contra de los presuntos cómplices de Paquito, eso sí, con mayor sustento en las investigaciones para evitar algún cabo suelto que le pueda dar la razón a López Obrador, quien, sobra decirlo, no es tanto que defienda a Corral y los suyos, sino que más bien encontró la manera de golpetear a la gobernadora Maru Campos ahora que se aproxima el 2024.
Es así que el fiscal Roberto Fierro y sus muchachos del MP traen el encargo de fortalecer las investigaciones correspondientes y no ejecutar burdamente las órdenes de aprehensión que ya están apiladas en el escritorio principal de la Fiscalía General del Estado en contra de los supuestos cómplices de Corral y Paquito, quienes a decir de las indagatorias y argumentos que ya alistan los elementos de la FGE, presenciaron las presuntas vejaciones a los que fueron sometidos exfuncionarios, políticos y empresarios en la Casa de la Tortura de la avenida Zarco.
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Y mientras eso sucede y es el encargo para el fiscal Roberto Fierro, que actúe bajo el debido proceso y con investigaciones sustentadas para no caer en lo burdo de la “justicia” pasada, la gobernadora Maru Campos reunió ayer a empresarios y alcaldes en Palacio de Gobierno, eso sí, en encuentros por separado, pero necesarios para analizar el recuento del 2022 y los proyectos del 2023.
Entre los empresarios que acudieron al llamado para realizar la cuarta reunión del pacto por el desarrollo y bienestar de Chihuahua estuvieron el jefe de Bafar, Eugenio Baeza, el presidente de la CANACO, Omar Armendáriz y el presidente de la Unión Ganadera Regional de Chihuahua, Álvaro Bustillos, así como Álvaro Madero Muñoz, el hermano del senador Gustavo Madero, quien a diferencia de su hermano, sabe trabajar en equipo y al parecer no guarda envidias ni rencores.
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Quienes se pusieron a recordar viejas glorias en un emblemático lugar amarillo en el que antes festejaban el poderío que tenían en el estado, mismo que se acabó, son los priistas que aún permanecen en la familia revolucionaria de Chihuahua, y es que ayer se llevó a cabo la posada del Comité Directivo Estatal tricolor que encabeza Alex Domínguez, que si bien no estuvo ostentosa como en otros tiempos en que eran los jefes políticos de la entidad, al menos los priistas tuvieron chance de volverse a reunir para festejar y desearse felices fiestas y próspero Año Nuevo.
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Donde ya se murió la esperanza de que algo pueda suceder es con los defraudados por ARAS y su exCEO prófugo, Armando Gutiérrez Rosas, y no es que la Fiscalía General del Estado haya echado en saco roto la persecución en contra del pillo de las finanzas, sino que simple y llanamente fueron tantas las trabas que el exfiscal de la Zona Centro, Carlos Mario Jiménez, le puso al ya de por sí espinoso caso, que ya hasta la mayoría de los afectados apechugaron y se resignaron a nunca jamás volver a ver ese dinero que “invirtieron”.
Source: Columna