YA COMENZARON A verse y circular algunos de los nuevos camiones urbanos con los que los concesionarios del transporte público se comprometieron a incorporar, si es que el Gobierno del Estado les permitía aumentar la tarifa del pasaje, y como ya es cuestión de poco tiempo para que el Consejo Consultivo de Transporte se reúna para determinar cuánto será el alza y con la mira puesta en que desde el gobierno estatal se apresuren con la medida, es que ya los concesionarios soltaron a los nuevos “bebés”, que a decir de los usuarios que hasta fotografías nos compartieron, sí dan el ancho, son mucho más cómodos y hasta GPS traen para que desde la Dirección de Transporte sean vigilados en sus recorridos, especialmente para que los choferes sí den la “última vuelta” en la que tanto fallan y por tanto dejan tirados a los usuarios.
Así que ya no falta mucho para que se concrete el aumento al pasaje del transporte público, pero por lo pronto, los concesionarios se pusieron las pilas para que desde Gobierno del Estado citen a todos los involucrados y ahora sí determinar de cuánto toca, algunos dicen que sería de hasta 13 pesos. Tiempo al tiempo.
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AL QUE LE aguaron la fiesta fue al ex(des)gobernador Javier Corral, quien convertido en librero, ayer pretendía inaugurar con pachanga incluida, la librería que abrió en lo que durante años fue su casa de enlace y también de campaña, ahí en el cruce de la avenida Independencia con la calle Nicolás Bravo. Sin embargo, fiel a su estilo de pasarse la ley por donde se le antoja, el ex no tramitó Licencia de Funcionamiento, por lo que en un recorrido por parte de la Subdirección de Gobernación Municipal por locales comerciales del Centro de la ciudad, a Corral le tocó que los inspectores hicieran su chamba y le clausuraran su naciente librería de la que tanto ha cacareado.
Por supuesto que no fue el único local que fue clausurado en ese recorrido, también cayeron otros 12 que al igual que la librería corralista, tampoco contaban con Licencia de Funcionamiento, pero como Corral Jurado cree que todo gira a su alrededor, lloró, pataleó y culpó a la gobernadora Maru Campos y al alcalde Marco Bonilla de clausurarle su librería por “venganza”, vaya, el león cree que todos son de su condición.
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Y PARA QUE ya no quede duda de quiénes están detrás del apoyo morenista y de la 4T hacia Javier Corral, tanto, que en conjunto operan para desacreditar al gobierno de Maru Campos, ayer anduvo en la frustrada inauguración de la librería corralista, ni más ni menos que la secretaria del Bienestar de AMLO, Ariadna Montiel, la mujer que se cree dueña de Morena en Chihuahua, quien en horario laboral, prefirió venir a la capital del estado para mostrarle su apoyo a Corral Jurado, con viáticos pagados seguramente del presupuesto de esa dependencia federal que gasta miles de millones en supuestos apoyos y programas sociales que a decir de los malosos, ni siquiera llegan a su destino.
Además de para no desentonar y alinearse con su jefa del Bienestar, la procorralista Ariadna Montiel, el súper delegado Juan Carlos Loera se atrevió a posicionarse y opinar acerca de la clausura de la librería de Corral Jurado, incluso hasta utilizó los canales oficiales para ofrecer su opinión que a nadie le importa. Ojalá así de rápido se hubiera posicionado cuando salen a relucir presuntas corruptelas en la Delegación del Bienestar o en el accionar de la Guardia Nacional.
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Y PARA NO dejar nada en el tintero de los pocos personajes grillos que todavía le hacen el caldo gordo al exgobernador Javier Corral, hoy estará en la ciudad de Chihuahua el senador Gustavo Madero, el que utilizó al PAN para alcanzar la curul y que ahora pertenece al Grupo Plural, enojado con los azules porque perdió la candidatura a gobernador frente a la hoy gobernadora Maru Campos. Así que con ese resentimiento que todavía le cala y supura, don Gustavo presentará este día su informe de actividades como senador, en donde más que trabajo legislativo, más bien se la ha pasado en pura grilla.
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TÓMELO CON RESERVA, pero los malosos en Palacio de Gobierno no se aguantaron las ganas de comentar que la relación entre el ahora fiscal César Jáuregui y el súper secretario Luis Serrato, está en medio de un mar tormentoso, con truenos, relámpagos y hasta ademanes “non gratos” incluidos.
Y es que no solamente la salida de Jáuegui como “Número 2” del Gobierno hacia la Fiscalía General fue algo que le incomodó al chamaco azulado, sino que intentaron armarle el equipo en su nuevo despacho, o mejor dicho, no lo querían dejar que cambiara ni siquiera los cuadros de su nueva oficina.
Eso terminó por reventar la paciencia del hombre que ha sido siempre todo templanza y serenidad, al grado de que levantó el tono de voz y declaró estado de guerra fría con los chicos del vecino estado de Sonora. Las aguas retomarán su nivel, nos dicen los enterados que presenciaron el desaguisado que no fue menor, porque ambos, don César y don Luis, no pueden seguir disputando un lugar que cada quien sabe de qué manera lo ocupa -y en su real dimensión- en el entorno y confianza de la gobernadora Maru Campos.
Por lo pronto los cambios en la Fiscalía se harán con ruido y banda, para que no haya dudas de que hay nuevo jefe y que la línea de acción no se dicta donde antes, aunque esto ponga en riesgo la paz negociada que pueda mantener las aguas mansas… pero nunca mensas.
Source: Columna