A ver si con lo exhibido por la Auditoría Superior del Estado ante la Comisión de Fiscalización del Legislativo local, el ex(des)gobernador Javier Corral no vuelve a declararse “perseguido político”, y es que fue su amigo, o ex, ya no se sabe, el auditor Héctor Acosta Félix, quien mostró tremendas irregularidades cometidas en el último año de la (des)administración corralista, es decir, en poco más de ocho meses del 2021, quedó reflejado en números, esos que pocas veces mienten y son tan fríos y objetivos, que esa cantaleta de honestidad y anticorrupción no era más que eso, una mentira con la que Corral se cubrió durante su desastroso quinquenio, y aunque falta una revisada aún más profunda por parte de los legisladores locales, lo cierto es que las irregularidades que van desde presuntos desvíos, pagos dobles, triples y hasta cuádruples a personas físicas cercanas al corralismo, atrasos en obras y ni se diga lo que dejó la auditoría forense a la Secretaría de Hacienda, en donde la ASE demostró que eso del refinanciamiento de la deuda pública se trató de un negociazo que violentó tremendamente la Ley de Adquisiciones.
Fue tanta la pus que salió ayer en el informe presentado por el auditor Acosta, que hasta la diputada morenista y presidenta de la Comisión de Fiscalización, Leticia Ortega, se quedó pasmada y sorprendida por tanto cochinero en el último año de Javier Corral al frente del Gobierno del Estado, a pesar de que han sido los morenos quienes incluso lo han defendido de la “persecución”, Ortega no tuvo ni chance de hacerlo al observar por ella misma el sinfín de irregularidades, por lo que no le quedó de otra que calificarlas de “graves”.
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Para quienes pensaban que los cambios y reestructuración al interior del gobierno estatal ya estaban definidos y habían salvado el pellejo, lo cierto es que en la Fiscalía General del Estado que encabeza César Jáuregui todavía no concluyen, por lo que se espera que en los próximos días y antes de que llegue el Informe de la gobernadora Maru Campos, otros cambios y enroques serán ejecutados al interior de la FGE, pues va en serio eso de la aplicación de una nueva estrategia que le cambie la cara a Chihuahua en materia de seguridad.
Por cierto y hablando de seguridad, quien acompañó a jefa del Ejecutivo a su gira por Washington DC es el secretario de Seguridad Pública, Gil Loya, el cual ha permanecido de cerca a la Góber y a raíz de ese cambio de estrategia mucho más, así que ya con el CERESO 3 recién depurado, en donde aseguraron hasta un gato tatuado y mexicle, Loya se fue con la jefa a recargar pilas en materia de seguridad porque ahora sigue la limpia en el resto de los CERESOS.
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En medio de desbandadas en el PRI para recalar en Morena, es decir, limpiarse unas siglas perdedoras por otras que ganen elecciones, pero que son igual o más de pérfidas que las primeras, otros que andan en una situación similar son panistas de Ciudad Juárez, a menos eso ha dicho el coordinador de los diputados locales morenistas, Cuauhtémoc Estrada, quien echó de cabeza a un grupo azulado y juarense que se le acercó para tantear aguas y buscar acomodo en el partido de Andrés Manuel López Obrador, y como Morena parece un Frankenstein político e ideológico, no dude que antes de que cante un gallo, una desbandada panista se presente en Juárez para subirse al barco del partido “anticorrupción y del bienestar”. Ajá.
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Ya que andamos con política y traiciones, uno que también traicionó al tricolor al alinearse sobremanera con la 4T y al entregarle a Morena el estado que gobernaba, hablamos del exgobernador de Oaxaca, Alejandro Murat, ayer se paseó por Chihuahua capital para reunirse con integrantes de la CANACO, pues no conforme con haberse pintado de guinda, aunque de dientes para afuera sigue siendo del PRI, ahora el junior oaxaqueño quiere ser candidato a la Presidencia de México en el 2024, como si no le sobraran las fichas a la oposición y a él le faltara amor por Morena y la 4T. Así que no dude que si se la niegan en el PRIANRD, el exfuncionario de Enrique Peña Nieto luzca sus verdaderos colores y se vaya de una vez por todas a Morena.
Source: Columna