“Que se me hace que te mandó Maru, mi amor”, fue la frase que describió el cinismo y la indolencia de la visita que Andrés Manuel López Obrador hizo a Ciudad Juárez el viernes. Entre protestas fue recibido, y eso enfureció y sacó de quicio al otrora “queridísimo” personaje que conforme avanza su sexenio, se va mostrando de cuerpo entero como lo que es: un tirano intolerable que no soporta que su (des)gobierno esté desgastado y ya muchos ciudadanos se hayan dado cuenta de la tragicomedia que ha sido su dizque “cuarta transformación”. Y es que lanzarle esa frase a una de las mujeres que protestaban por su falta de insensibilidad hacia Ciudad Juárez, sumida en una tremenda crisis migratoria, mostró la verdadera cara de AMLO: un tirano que supone que todo hace bien, incapaz de aceptar la autocrítica y un hipócrita que sólo busca ser alabado. Sin duda el ego le quedó muy lastimado al Presidente de México.
La gobernadora Maru Campos por supuesto que fue enterada del arranque de paranoia política que tuvo López Obrador, él sabe que en el estado de Chihuahua no es muy querido, pero que ya un amplio sector juarense también se haya dado cuenta de lo que es, le ha de calar hondo en su ego de dictador, así que la protesta con la que fue recibido no le hizo gracia, pero en lugar de culpar a sus fallidas políticas y ser crítico hacia su 4T, AMLO culpó a quienes considera sus adversarios, porque en su infinita megalomanía, no quiere aceptar que su “administración” está desgastada, exhibida como una trágica pantomima.
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Y es tal ese desgaste, que el evento que sostuvo Andrés Manuel López Obrador con sus ejército de mapaches electorales, mal llamados “servidores de la nación”, fue un evento por completo partidista que incluso excluyó a medios de comunicación y ni siquiera fue transmitido en vivo a través de las redes oficiales, todo se hizo entre las sombras de un evento necesario para inflarle el ego tan golpeado, pero que ni así le quitó ese ceño fruncido al tabasqueño, quien ese viernes pasó del “me partió el alma” al “te mandó Maru”. Pero lo que sí estuvo inconcebible, es que estando en Ciudad Juárez, el inquilino de Palacio Nacional no fue para acudir a algún hospital a visitar a los heridos que dejó la tragedia migrante. No, él sólo tuvo tiempo para que sus mapaches electorales le aplaudieran en un gimnasio lleno de sus “seguidores”.
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El que hoy volverá estar ante un juez ahí en la sede del Poder Judicial del Estado es el exgobernador César Duarte, quien con un infarto a cuestas y la exhibida que le puso el INE, volverá junto a sus abogados a lo que será la audiencia intermedia, precisamente para prepararse para lo que será su juicio oral. Así que quién sabe si de nueva cuenta, la defensa del oriundo de Balleza volverá a utilizar el pretexto de su salud para ver qué tajada jurídica se lleva, pero lo que sí es un hecho es que hoy Duarte Jáquez regresará a la sede de la Ciudad Judicial.
Y aunque las autoridades negaron de manera oficial el infarto del exgobernador César Duarte, una fuente de altísimo nivel consultada por entre líneas contradijo la versión oficial y aseguró que el padecimiento cardíaco se registró el martes por la noche. De acuerdo a la fuente consultada que pidió el anonimato, detalló que el oriundo de Balleza comenzó con una hemorragia nasal, hematomas en el cuerpo por falta de circulación y una fatiga que hizo que se desvaneciera al grado de no despertar. Asimismo, nos confirman que el exgobernador mantiene en este momento un zumbido en los oídos y una fatiga extrema, además de que el electro practicado reveló los rastros del infarto negado oficialmente.
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Quienes de plano quieren aprovechar los Días Santos con un santificado descanso, son los diputados locales, los cuales adelantaron las sesiones y por tanto sesionarán hoy y mañana para poder tomarse los próximos días, así que a partir del miércoles, poca o nula actividad tendrán en la Torre Legislativa, la cual apenas y lleguen los días fuertes, estará casi vacía y sin diputados.
Source: Columna