El cantante Lenny Kravitz sufrió en Suecia un pequeño incidente durante un concierto, pues cuando estaba más que entregado a un solo de guitarra que le empujaba a bailar sin cesar, se agachó frente al coro sin pensar en que el pantalón era demasiado apretado.
Hasta tal punto le oprimía las caderas que terminó por ceder en el lugar menos adecuado, ya que al flexionar las rodillas el tiro del pantalón se abrió y Kravitz -que es como las bailarinas, que no llevan ropa interior- dejó al aire su miembro viril para alegría de algunas fans que habrían soñado con ese momento.
Pero Kravitz es rápido de reflejos, tardó poco en volver a levantarse y terminó la canción como un busto cantarín: igual de recto que el micrófono y con las piernas muy juntas. Al terminar la canción, que resultó ser la primera del concierto, Kravitz se ausentó para cambiarse de pantalón.