La diputada Sonia Rincón Chanona (Nueva Alianza), secretaria de la Comisión de Cultura y Cinematografía, impulsa una iniciativa que reforma la Ley General de Educación para que la enseñanza impartida por el Estado promueva y fomente el valor del respeto de los alumnos hacia sus profesores, padres y todas las personas, como un mecanismo para combatir la violencia en las escuelas.
Refirió que de acuerdo con un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México se encontraba en el 2013 en el más alto nivel de acoso escolar, por lo que la intimidación y la violencia física están poniendo en riesgo el ambiente en los planteles, que incluye padres de familia, maestros y personal administrativo y directivo.
Agregó que la OCDE también señala que los maestros de secundaria pierden 12 por ciento del tiempo en mantener orden en el salón de clases, lo que refleja que “la convivencia entre ellos y los alumnos no se da de la manera más armónica posible”.
Apuntó que los maestros llegan a ser víctimas de amenazas, contestaciones irrespetuosas, insultos, actitudes de desafío y negativa a obedecer indicaciones, así como robos y daños de bienes, golpes y empujones por parte de los alumnos, a pesar de que deberían ser considerados como una figura merecedora de respeto, indicó.
Sin embargo, añadió, la violencia que viven los maestros traspasa las aulas, pues en las redes sociales los ridiculizan y los agreden, al grado que han detectado conversaciones abiertas en Internet donde “entre alumnos se aconsejan y se coordinan para hacer daño al maestro y vengarse”.
La legisladora precisó que también existe la violencia de los hijos menores hacia sus progenitores. “Si bien es un fenómeno mucho menos reconocido y estudiado, la violencia filio-parental se ha incrementado; sin embargo, es difícil conocer el problema, ya que no es sencillo que los padres acepten que son víctimas de sus propios hijos”.
Por ello, planteó reformar el artículo 7 de la Ley General de Educación, ya que se deben potenciar los valores a través de la educación para incidir en la disminución de la violencia, es decir, usar a ésta como una herramienta de tipo preventivo.
Precisó que la escuela cuenta con la posibilidad de identificar antes que otras instituciones la situación de violencia que pueden padecer sus estudiantes, ya que no sólo tienen un acercamiento cotidiano con ellos sino también con sus familias.
“Aprovechar la función socializadora de las escuelas nos permite atacar la violencia desde el origen. Sabemos que la manera en que las personas son tratadas durante las etapas más tempranas de su vida, tiene un impacto directo en como vivirán y se relacionarán en su fase adulta”, recalcó la diputada.
Además, agregó, la escuela es la institución socializadora más importante para el desarrollo de los individuos, después de la familia. “Es el lugar donde el individuo no sólo se descubre a sí mismo como miembro de una sociedad con derechos y obligaciones, sino que esto le permitirá posteriormente ser un miembro activo y responsable dentro de la sociedad en la que se desenvolverá”.