El elemento de la Policía Municipal que fue privado de su vida en días pasados y cuyo cuerpo fue localizado en la carretera Aldama – Ojinaga, Victor Hugo Pérez Molinar, fue asesinado por un hombre de 18 años de edad, José Isabel Robles Ramos, quien pretendió compraría un vehículo que el agente tenía a la venta.
En rueda de prensa, el fiscal Zona Centro, Sergio Almaráz Ortiz, narró la cronología de los hechos, en la cual se describe que fue el pasado miércoles 5 de agosto cuando Victor Hugo Pérez Molinar de 20 años de edad informó a su madre que saldría a vender su automóvil, un Dodge Neón año 2000, esto alrededor de las 6 de la tarde.
Posteriormente, el jueves 6 de agosto, sin saber más sobre el paradero de su hijo, a las 15:00 horas del día la madre interpuso la denuncia, argumentando que su hijo estaba desaparecido, laboraba para la Policía Municipal de Chihuahua y se encontraba en su periodo vacacional.
Luego de realizar varias investigaciones, se estableció que el móvil del crimen fue el robo del vehículo ya que al momento de que salió de su casa el automotor y los documentos de propiedad eran las pertenencias de la que se hacía acompañar, además de su teléfono celular, mismo que fue empeñado en un negocio local varias horas después por el agresor.
Luego de un fuerte operativo jueves y viernes, el sábado 8 de agosto se localizó el vehículo, en el cual se encontraba en su interior José Isabel Robles Ramos de 18 años de edad, quien comentó a los agentes en días anteriores había comprado el automotor por 30 mil pesos.
Al considerarse sospechoso fue detenido por agentes de la Unidad de Personas Ausentes y Extraviadas, quienes lo sometieron a un interrogatorio, en el cual se contradijo y posteriormente en la declaración se autoincriminó.
Luego, el imputado relató que él citó al agente para que acudiera a un domicilio, donde se hacía acompañar de otro sujeto ya identificado, esto con la simulación de que serían sus clientes para el vehículo.
Posteriormente, cuando el agente llegó a la vivienda, el hoy detenido le disparó al cuello con un artefacto que emite perdigones -no es propiamente un arma de fuego- sin que la víctima repeliera la agresión.
Acto seguido, le realizó 6 lesiones más en la misma área, por lo que la víctima comenzó a desangrarse y murió.
Robles Ramos envolvió con una bolsa de plástico en la cabeza, subió el cuerpo al Dodge Neon y en el kilómetro 54 de la carretera federal Aldama a Ojinaga lo abandonó, a un kilometro y medio adentro de la rúa, bajo una cavidad de la tierra, donde el agresor y su acompañante introdujeron el cuerpo.
Luego de esto, acudió a vender el celular a una Casa de Empeño local, la cual ya fue identificada, y de quienes se dijo colaborarán con la FGE entregando el celular, así como la videograbación de cuando el imputado dejó el teléfono en el lugar.