México no cuenta una base de datos federal que registre el número de las personas desaparecidas, a pesar de que unas 25 mil personas se han extraviado desde 2006, y a este problema se le suma otro: los familiares de las víctimas que se sienten desprotegidos por la Ley, afirma el diario Los Angeles Times.
El diario estadounidense señala en una nota publicada hoy por su corresponsal en México, Deborah Bonello, que no está claro cuántos desaparecidos pudieron haber sido víctimas de un crimen y se teme que muchos han muerto a causa de los altos niveles de violencia ya la represión federales contra cárteles de la droga que se inició en 2006.
Recuerda que uno de los muchos casos más trascendentales ocurrió en septiembre del año pasado, cuando 43 estudiantes de una escuela rural de Ayotzinapa, en Guerrero fueron llevados por la policía de Iguala.
El medio narra los casos de dos jóvenes que desaparecieron en el Estado de México, en ambos casos las autoridades afirmaron haber encontrado los cuerpos de sus hijas, pero nunca se los mostró.
Mariana, una joven de 19 años, desapreció en el municipio de Tecamac hace casi un año cuando se dirigía a una tienda de copias. Los padres acudieron a las autoridades para informar de lo sucedido con su hija, pero ellos les sugirieron que probablemente había escapado con su novio.
“Las autoridades muestran muy poca humanidad [hacia nosotros]. Lo primero que la policía hace es faltar a su honorabilidad”, dijo la señora Guadalupe Reyes en entrevista con Los Angeles Times.
Señala que a principios de enero, Guadalupe y su esposo Bernardo fueron informados por la oficina del fiscal de que se habían encontrado los restos de Mariana en el Río de los Remedios, a pocos pasos de su casa.
“Pedimos a ver sus restos, pero nos dijeron que ya habían sido enterrados, y cuando pedimos ver las fotos nos dijeron que no podíamos verlas, además, cuando quisimos saber más acerca de la investigación nos dijeron que era demasiado delicada y era complicado”, detalló Guadalupe Reyes al medio.
Agrega: ”Cuando fui a ver el expediente del caso, estaba completamente vacío. No hubo investigación”.
Ella pidió que los restos se exhumaran y fueran estudiados por científicos forenses independientes, la familia está a la espera de los resultados.
Otro caso es el de Abril Caldino Rodríguez, de 15 años, desapareció en mayo 2011, también en Tecamac después de ir a un cibercafé. Cuando su madre, Isela, reportó la desaparición a la policía, también sugirieron que Abril se había escapado con su novio.
Dos agonizantes años más tarde, la madre de Abril fue informada de que se habían encontrado los restos de la niña. Pero la prueba de ADN demostró que el equipo forense del Estado de México había cometido un error: Los restos eran en realidad los de un hombre.
“La verdad es que todavía no tenemos idea de [lo que pasó a Abril]. No sé si ella está viva o muerta”, explicó Isela al diario estadounidense.
El Estado de México tiene una de las tasas más altas de la nación de los crímenes de odio contra las mujeres. Para las familias como la de los Reyes, la angustia de no saber dónde están sus seres queridos se ve agravada por las autoridades.
El mes pasado la entidad mexiquense activó la Alerta de género, reconociendo que algo había que hacer sobre el número de mujeres y niñas desaparecidas.
Dilcya García Espinoza, el fiscal que supervisa la investigación y el procesamiento de las desapariciones y crímenes de odio contra las mujeres en el estado, dijo al diario: “Estamos activando una brigada con un enfoque intenso dentro de este agencia para cambiar las cosas, para crear una situación en la que los investigadores estén en contacto con las familias de las víctimas”.
“Pero las personas con familiares desaparecidos no tienen muchas esperanzas de que las cosas vayan a mejorar”, afirma la publicación.
Sin Embargo
http://www.sinembargo.mx/23-08-2015/1460198