Ya no nos acordamos, pero hubo un tiempo en el que queríamos Spotify sin saberlo. En aquella época que hoy parece el Jurásico se demonizaban los primeros intentos por compartir listas de música en la red que no estuvieran en su formato físico con copyright, mientras se ansiaba una plataforma que diera acceso “a la música” por un precio asequible. Al final, Spotify ocupó ese espacio, que viene a ser todo eso a medias. No era perfecto y, de hecho, quizás quieras salir después de tantos años.
Si quieres, puedes.
El éxito de Spotify. Lanzado en 2008 en Suecia, revolucionó la industria musical al ofrecer un acceso legal y gratuito a un vasto catálogo de canciones, y lo hizo en un momento en que la denominada piratería dominaba el consumo de música digital. Con su modelo freemium, que combinaba una opción gratuita con publicidad y una suscripción premium sin anuncios, permitió a los usuarios descubrir, organizar y escuchar música de forma fácil y legal.
La plataforma destacada desde el comienzo por su personalización gracias a algoritmos avanzados capaces de curar listas de reproducción únicas y más o menos certeras para cada usuario (medio). La plataforma no solo cambió la manera en que las personas escuchaban música, sino que también ayudó redefinir los ingresos en la propia industria musical (algo que con el tiempo debemos marcar con un asterisco).
Sin embargo, pasados los años, salir de Spotify puede no resultar tan sencillo, y hay varias razones que lo explican.
Conveniencia y compatibilidad. Uno de los motivos principales es esa personalización superior que ofrece. Nos referimos a sus listas de reproducción automatizadas basadas en algoritmos avanzados, adaptando la música a los gustos de cada usuario, una característica difícil de replicar en otras plataformas hasta hace poco. Además, la posterior integración de podcasts y audiolibros, todo en un solo lugar, la han convertido en un servicio integral (y más difícil de abandonar).
Otro motivo significativo es la compatibilidad y conveniencia de la plataforma. Spotify está disponible en casi cualquier dispositivo que se precie (desde teléfonos, hasta tablets, teles…), lo que permite a los usuarios escuchar su música en cualquier lugar (plus: esa facilidad de reproducir en altavoces y dispositivos externos). En definitiva, incluso saliendo, es difícil no volver.
Mi vida musical. A nadie se le escapa otra clave, quizás la más importante: que también han creado un vínculo “emocional” con el usuario. Muchas personas se resisten a abandonar Spotify simplemente porque han construido una parte significativa de su vida emocional dentro de la plataforma. No solo actúa como un servicio de streaming, sino como un espacio donde los usuarios conectan música con momentos y experiencias clave de sus vidas.
A su vez, esta conexión se alimenta de la capacidad del servicio de generar listas personalizadas basadas en las emociones, como las playlists para diferentes estados de ánimo. De hecho, Spotify ha logrado aprovechar lo que los psicólogos llaman memoria asociativa, donde la música que escuchamos se convierte en un vehículo para revivir momentos del pasado, lo que hace que los usuarios se sientan aún más apegados a la plataforma.
Por ejemplo, muchos relatan cómo escuchar una lista de reproducción de un momento particular de sus vidas los transporta de inmediato a esos recuerdos, lo que hace que Spotify se sienta poco menos que indispensable. Cambiar de plataforma implicaría perder esas listas curadas con tanto cuidado y mimo y, por ende, una parte de esa memoria emocional.
Me da igual, quiero salir. Si lo tienes clarísimo y llevas tiempo dándole vueltas a salir del servicio para probar otro, pero se te hace una barrera infranqueable deshacerte de toda esa “vida musical” de la que hablábamos en forma de playlist, lo cierto es que de un tiempos a esta parte han ido saliendo plataformas que permiten de manera sencilla esa migración a otras plataformas.
Nosotros vamos a utilizar una por su sencillez, versatilidad y resultados: Soundiiz.com. Y no tardas nada.
Pasos para migrar. Los pasos para transferir tus playlists a otra plataforma de streaming a través de Soundiiz no deberían de llevar más de unos pocos minutos (dependiendo de la cantidad de música y la velocidad que tengamos).
Estos serían los siguientes:
- Registrarnos en Soundiiz: Debemos acudir al sitio web y crear una cuenta, o inicia sesión si ya tienes una.
- Conectar nuestras cuentas de Spotify y la nueva plataforma: En el panel de control de Soundiiz, verás una lista de servicios de música. Conecta tu cuenta de Spotify seleccionando su icono y autorizando el acceso a tu cuenta. Luego, conecta también la plataforma a la que quieres transferir tus playlists (por ejemplo, Apple Music, Tidal, YouTube Music, Deezer…).
- Seleccionar las playlists: Una vez que ambas cuentas estén conectadas, verás tus playlists de Spotify en el panel de Soundiiz. Selecciona las que deseas transferir marcando las casillas correspondientes.
- Iniciar la transferencia: Después de seleccionar las playlists, haz clic en el botón de Transferir. Elige la plataforma de destino y confirma la transferencia. En este punto, Soundiiz se encargará de copiar las canciones de tus playlists a la nueva plataforma.
- Revisar y ajustar: Por último, al finalizar, verifica en la nueva plataforma si todas las canciones se han transferido correctamente. Es posible que algunas canciones no se encuentren disponibles en ambos servicios, por lo que es útil revisar y ajustar manualmente las listas.
Si todo ha ido bien, ahora sí, estás listo para dejar atrás un servicio que probablemente te ha acompañado demasiado tiempo. Por cierto, hay muchas otras opciones además de Sounddiiz, como FreeYourMusic o TuneMyMusic (aunque esta es algo limitada la versión gratuita).
Y sí, si quieres eliminar por completo tu historia con Spotify, también es posible. Porque cuando dejas una relación, a veces es mejor no dejar rastro, no sea que nos arrepintamos.
Source: Crealo