En el futbol hay candidaturas que se ganan desde el primer partido. El América sabe de memoria cómo hacerlo, es un caso de máximo compromiso en una fase que implica riesgo y eficacia. En el segundo capítulo del clásico nacional en liguilla, las Águilas dejaron fuera a Chivas (3-2, 7-3 global) con tiempo de sobra. Ese poder de quien se sabe ganador y legítimo aspirante al título en la Liga Mx Femenil, donde ya jugaron cinco finales, produjo que cientos de personas saltaran de júbilo en el estadio Ciudad de los Deportes.
Los cuatro goles en el partido de ida en Guadalajara fueron casi definitivos (4-1), una losa imposible de revertir para las jugadoras tapatías. El plantel americanista lleva muchos años con la certeza de que éste es el lugar que merece. La pregunta que se hacen algunos aficionados es por qué no pueden jugar con las gradas repletas. Como antes ocurrió en el Azteca, una gran cantidad de boletos sin vender quedaron abandonados en taquillas. La poca demanda obligó a los operadores del recinto a habilitar sólo la zona de plateas más cercana a la Plaza de Toros México.
Al América le sienta mal esa fotografía fija, no pretende celebrar en silencio cuando su dominio es tan abrumador. La brasileña Priscila da Silva (20) y la nigeriana Chidinma Okeke, quien provocó el autogol de Alicia Cervantes (39), comprobaron en los primeros minutos que una gran contratación no soluciona todos los problemas, sino los cambia. Las dos se unieron este año al equipo de Ángel Villacampa y mostraron personalidades genuinas, retadoras, con aspiraciones de quebrar la cabeza a sus rivales en cada ataque dentro del área.
Donde parecía haber escasez de herramientas, las Águilas encontraron soluciones a partir de ese tiqui-taca que se ha hecho cultura. Esa manera de ligar pases uno tras otro, como en un tiempo lo hizo el Barcelona en Europa, expresó la confianza de un equipo que sólo intenta superarse. En la temporada anterior, el campeonato se le fue de las manos en la final contra el Monterrey, que ganó en penales (4-3) el encuentro de vuelta luego de empatar el global en los últimos minutos. Algunas suelen mirar con desconfianza ese pasado, pero hoy nada las detiene, ni siquiera en un clásico nacional.
El Guadalajara, con todos sus defectos, reordenó sus ideas ya cuando el desenlace estaba prácticamente escrito. En uno de sus primeros avances después del descanso, la delantera Carolina Jaramillo envió un remate de zurda hacia el ángulo de la portera española Sandra Paños (48), suficiente para volver a creer que las cosas podían ser mejores. Tan importante fue el 2-1 que Alicia Cervantes y Daniela Delgado, ausentes en el primer tiempo, intentaron ir detrás de su liderazgo para propiciar un nuevo partido.
Rebeca Bernal, del Monterrey (izquierda), protege el balón ante Michaela Abam. Foto Liga BBVA Femenil
Durante esas ráfagas de ataques del Rebaño, el América se vio rebasado. Jaramillo emparejó los cartones con un tiro libre desde el costado derecho, en el que ni la portera Paños ni sus zagueras centrales sostuvieron una comunicación efectiva para rechazar la pelota (53). Por delante de las jugadoras rojiblancas, la meta volvía a ser la misma que antes: convertir cuatro goles más para soñar con las semifinales. Mientras los viejos temores rondaron el estadio Ciudad de los Deportes, el último grito atronador de los seguidores de las Águilas sirvió también como alivio.
Desde más de 30 metros de distancia de la portería, Karen Luna observó adelantada a la guardameta Blanca Félix y sentenció la serie con un derechazo que tomó la altura suficiente para ser inalcanzable (79). Karen tiene la camiseta del América pegada a la piel, es todo lo que el club representa
, dijo Villacampa sobre la lateral de su equipo, ovacionada no sólo por el público, sino también por cada una de sus compañeras en el plantel.
Dada la rivalidad que existe entre ambos clubes, el final de la noche estuvo marcado por un conato de bronca en el que se presentaron insultos y empujones sobre el terreno de juego. La nigeriana Okeke, separada por Natalia Mauleón, fue una de las protagonistas.
Tengo ganas de verlas en semifinales. Lo más importante es que ellas sepan manejar los diferentes tiempos del partido, que gestionen la presión y se recuperen bien de los momentos emocionales
, agregó Villacampa en conferencia de prensa.
En la ceremonia de fotografía inicial, las americanistas mostraron una manta hacia el público con la leyenda Jugamos contra la violencia de género
.
En la otra serie, el Monterrey derrotó 1-0 al Toluca en el estadio BBVA y, al haber terminado de líder absoluto en la fase regular, avanzó al igualar 1-1 el marcador global. El gol del triunfo lo hizo Lucía García (85).
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