Después de revolucionar el sector de los asistentes virtuales, Apple busca la forma de revitalizar el interés en Siri. Para ello, la firma norteamericana anunció una alianza con OpenAI que permitirá que el asistente saque partido a las virtudes de ChatGPT. Sin embargo, las últimas semanas de Apple han estado marcadas por la polémica, ya que acordó pagar 92 millones de euros para resolver una demanda sobre conversaciones capturadas accidentalmente por Siri que, a su vez, fueron revisadas por empleados humanos.
Como señala The Verge, Apple asegura que nunca ha utilizado datos de Siri para crear perfiles de marketing, una afirmación a la que añade que jamás ha compartido esta información con anunciantes ni la ha puesto a la venta. Así, los norteamericanos señalan que desarrollan diferentes tecnologías para hacer a Siri más privada de cara a proteger los datos de los usuarios, pero un informe de The Guardian publicado en 2019 reveló que contratistas humanos revisaban grabaciones anónimas de Siri que podían contener información sensible.
Acusaciones de anuncios dirigidos
Tras la publicación de este informe, Apple cambió su política y Siri dejó de retener grabaciones por defecto. Sin embargo, la revisión humana se mantuvo en curso, ya que algunos sí autorizaron compartir sus datos con la compañía. Como consecuencia directa de ello, algunos demandantes afirmaron que recibieron anuncios relacionados con marcas mencionadas en conversaciones. Aún así, la empresa declara que no conserva grabaciones de Siri salvo que el usuario opte por mejorar el servicio. Además, incluso en esos casos, Apple asegura que las grabaciones solo se utilizan con este propósito.
Tras verse salpicada por la polémica, Apple quiso enfatizar que los usuarios pueden optar por no compartir grabaciones en cualquier momento. En el pasado, otras empresas como Facebook y Google también se vieron en el ojo del huracán a raíz de acusaciones similares, ya que enfrentaron diversos casos relacionados con espionaje a través de micrófonos. Y, por último, la firma de Steve Jobs hizo hincapié en que los anuncios podrían deberse a redes de segmentación publicitaria que recopilan datos de personas conectadas a la misma red, ubicaciones compartidas o datos comprados a intermediarios, no a sus grabaciones de voz.
Source: Crealo