Desde ecosistemas extremos, poblaciones autóctonas hasta rutas migratorias ilegales la conforman.
La selva del Darién, es un ecosistema extremo y biodiverso, sin embargo recientemente se le conoce como uno de los sitios más peligrosos del mundo. Asimismo, se encuentra ubicada entre Panamá y Colombia, es un territorio cálido y húmedo de gran diversidad natural y estratégica importancia geopolítica. Es así, que este “tapón” une físicamente Sudamérica con Centroamérica
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5 datos sobre la selva del Darién
Ecosistemas y clima extremos
El Darién cuenta con aproximadamente 96 km de selva tropical, bosques vírgenes, manglares y montañas que superan los 2,500 metros, la región presenta ecosistemas que van desde playas arenosas hasta pantanos y ríos serpenteantes como el Tuira y el Chucunaque. Por otro lado, las precipitaciones constantes y temperaturas que pueden superar los 40 ºC hacen de este entorno un desafío para cualquier tránsito.
Riqueza en flora y fauna
La selva del Darién alberga más de 530 especies de aves, 169 de mamíferos (incluyendo el mono araña de cabeza marrón y el tapir centroamericano, ambos en peligro), 99 reptiles y 78 anfibios.
Es así, que la biodiversidad, junto a la presencia de animales emblemáticos como jaguares y águilas arpías, enriquece el ecosistema pero también incrementa el riesgo para quienes se aventuran en él forzosamente.
Población indígena y protección ambiental en el Darién
La selva del Darién es tradicionalmente habitada por comunidades indígenas entre ellas los emberá, wounaan y kuna, la población local varía de 1,200 a 25,000 personas, los cuales cultivan plátano, maíz y arroz para subsistir. Por otro lado, la región está protegida por el Parque Nacional del Darién en Panamá (5,970 km², Patrimonio de la Humanidad desde 1981) y el Parque Nacional de Los Katíos en Colombia.
Historia y ruta migratoria peligrosa
Esta selva fue visitada por primera vez por europeos en 1501 y fue el escenario del primer asentamiento exitoso en América, Santa María de la Antigua del Darién (1510).
Asimismo, la selva hoy sigue siendo un pasaje peligroso. Aunque la Carretera Panamericana no la cruza, cerca de 520,000 migrantes arriesgan sus vidas cada año en travesías que pueden durar más de 10 días, enfrentándose a condiciones extremas y a la amenaza de grupos criminales involucrados en trata de personas y tráfico de drogas.
Asimismo, la selva del Darién es un territorio que alberga una historia única, donde es un paraíso para la flora y fauna. Sin embargo, es un mártir para quienes lo intentan cruzar y poder buscar una vida mejor.
Source: Crealo