Una persona no debería tropezar dos veces con la misma piedra. Jaime Munguía tuvo su revancha y venció al francés Bruno Surace -el mismo que le propinó su primer nocaut en su carrera- por decisión unánime en Riad, Arabia Saudita. El tijuanense lo tuvo en mente para no volver a cometer aquel descuido que en un instante desesperado le costó una derrota demoledora. Por eso esta vez tuvo la iniciativa, inteligente y con una gran condición física y fue ofensivo, pero sin llegar a temerario, cuidadoso de no volver a quedar a merced del rival. Ganó, pero ambos celebraron un combate intenso y culminó en una abrazo de mutuo reconocimiento.
Munguía se mostró por primera vez en Arabia Saudita, en el respaldo de la función de Canelo Álvarez. Pero además del debut en Riad, tenía una carga mental mucho mayor. No podía volver a caer y menos en esta gran vitrina.
Para esta misión dejó a su antiguo entrenador, Erik “Terrible” Morales y empezó a trabajar con Eddy Reynoso, quien está detrás del éxito del Canelo. Por eso el nuevo tutor le insistía en la esquina que después de golpear no retrocediera, sobre todo con la guardia abajo, porque le estaba ofreciendo una oportunidad muy peligrosa.
“No me des un paso atrás”, le reprendía Reynoso; “después de pegar, te me quedas ahí, pero sobre todo no me bajes la guardia, porque te está leyendo”.
Otra vez Munguía con la iniciativa y el francés a la espera del contragolpe, como si quisiera repetir lo que ocurrió en diciembre de 2024 en Tijuana, donde un descuido del mexicano fue aprovechado con gran olfato por Surace para mandarlo a la lona.
“Finta cuando entres”, le previno Reynoso; “porque es contragolpeador y no le das oportunidad”.
El francés hizo bien su trabajo, fue escurridizo y esperaba paciente a que Munguía cometiera un ligero descuido para ir por él y volver a prenderlo como en diciembre de 2024, pero esta vez el tijuanense no le dio ese gusto.
Surace tuvo que salir y Munguía lo manejó con destreza, lo llevó en un par de ocasiones contra las cuerdas y lo castigó con combinaciones abajo y arriba.
La victoria fue por decisión unánime, aunque en el equipo de Surace negaban con ademanes por el veredicto que resultó razonable.
“Me siento contento porque fue una buena pelea y espero que el público así la haya disfrutado”, dijo Munguía al final.
“La derrota anterior fue muy difícil; tuve que trabajar en la mentalidad, pero estoy de vuelta. Cambiar de gimnasio y entrenador, fue una gran decisión que me ayudó mucho”, agregó.
“Era importante mantener la calma porque Surace sólo esperaba que yo volviera a cometer un error para meter de nuevo su volado de derecho, así que esta vez estuve muy atento de no darle esa oportunidad”.
Source: Crealo