Papa convoca a todas las parroquias de Europa a acoger a inmigrantes

El papa Francisco llamó el domingo a todas las parroquias y comunidades religiosas de Europa a acoger a una familia de inmigrantes, en un gesto de solidaridad que, dijo, partiría en casa, en el pequeño Estado Vaticano en donde reside, según reveló la Agencia Reuters y AP.

Insto a las parroquias, a las comunidades religiosas, a los monasterios, a los santuarios de toda Europa a (…) acoger a una familia de refugiados cada una”, dijo el Papa en su discurso semanal de los domingos en El Vaticano.

La multitud reunida en la Plaza San Pedro aplaudió al Sumo Pontífice, quien es nieto de inmigrantes italianos que llegaron a Argentina.

“Cada parroquia, cada comunidad religiosa, cada monasterio, cada santuario en Europa, reciban a una familia”, expresó.

El pedido del Papa se extiende a las decenas de miles de parroquias católicas de Europa, en momentos en que el número de refugiados que llegan por tierra desde los Balcanes y por mar tras cruzar el Mediterráneo hasta Italia y Grecia alcanza niveles récord.

Existen más de 25 mil parroquias sólo en Italia y más de 12 mil en Alemania, hasta donde desean llegar muchos de los sirios que huyen de la guerra civil y personas que intentan escapar de la pobreza en otras naciones.

Dos parroquias en El Vaticano recibirán familias de refugiados en los próximos días, dijo el Papa, cuyo primer viaje después de ser elegido como líder de los católicos del mundo fue a la isla italiana de Lampedusa, donde muchos inmigrantes arriban desde Túnez.

La Guardia Costera italiana dijo el sábado que había coordinado el rescate de 329 inmigrantes que emitieron llamados de auxilio desde embarcaciones de goma.

El pontífice dijo que recibir a familias de inmigrantes era un “gesto concreto” a fin de prepararse para un “Jubileo” extraordinario que abordará el tema de misericordia y que comenzará el 8 de diciembre.

Apoyándose en un texto del Evangelio en el que Jesús sana a un sordomudo, el Papa aseguró:

“El milagro se ha cumplido, nos hemos curado de la sordera del egoísmo y del mutismo del repliegue en sí mismo”.