El PSG dio la sorpresa en Londres y apeó de la Liga de Campeones al Chelsea después de empatar 2-2 en la prórroga (3 – 3 global) de un partido brillante del equipo de Laurent Blanc, que jugó 90 minutos con un futbolista menos por la expulsión mediada la primera mitad de Zlatan Ibrahimovic.
En un encuentro épico, el conjunto parisino selló su pase a los cuartos de final de la máxima competición continental gracias a un tanto del defensa brasileño Thiago Silva a falta de siete minutos para el final de la prórroga.
El empate a cero le servía al Chelsea, pero Mourinho salió con un once ofensivo, con el recuperado Nemanja Matic en la medular junto a Cesc Fàbregas. Oscar, Ramires y Hazard flanquearon en el ataque a un frustrado Diego Costa, que buscó sin éxito inaugurar su cuenta goleadora en la presente edición de la “Champions”.
Los parisinos, obligados a marcar, formaron con un 4-3-3, con Motta, Matuidi y Verratti en el centro del campo, y Pastore, Cavani e Ibrahimovic arriba.
El PSG asustó a la confiada afición local al primer minuto de juego, gracias a una internada del “Matador” que consiguió despejar a saque de esquina la zaga local.
Los pupilos de Laurent Blanc tenían la posesión y llegaban con peligro, mientras que los hombres de Mourinho hacían de la contra su mejor arma, con Hazard, Azpilicueta y Costa entrando desde el costado izquierdo.
A la media hora de juego, cuando más cerca parecía el tanto inicial del PSG, llegó la jugada que marcó el encuentro. En una controvertida decisión, el árbitro, el holandés Björn Kuipers, expulsó a Ibrahimovic por una dura entrada sobre el brasileño Oscar.
La acción, prácticamente en el centro del campo, fue muy protestada por los jugadores parisinos y celebrada con entusiasmo por los londinenses. Si bien la entrada fue dura, no era merecedora del cartón rojo, un castigo desmedido para un “Ibra” que sigue sin ver puerta ante un equipo dirigido por Mourinho.
A los pocos minutos, Kuipers decidió no castigar con penalti una falta dentro del área de David Luiz sobre Diego Costa. Una nueva decisión controvertida de un árbitro al que le quedó grande el choque.
En la segunda mitad, los visitantes se fueron por el encuentro, y a punto estuvieron de adelantarse en el marcador en el 57, cuando el disparo de Cavani, que recibió un pase en profundidad de Pastore y regateó al portero, se estrelló en el palo derecho de Courtois.
Con el PSG volcado sobre la meta “blue” llegó el tanto del Chelsea, obra de un defensa, Gary Cahill, que aprovechó una serie de rechazos tras un saque de esquina para fusilar desde dentro del área al meta italiano Salvatore Sirigu.
Sin embargo, cuando los aficionados “blues” celebraban el pase a cuartos, llegó el empate visitante, en el 86, después de un imperial cabezazo de David Luiz tras un saque de esquina del argentino Ezequiel Lavezzi, quien entró en el terreno de juego en sustitución de Matuidi.
A los cinco minutos de la prórroga, una ridícula y evitable mano dentro del área de Thiago Silva fue castigada por penalti por el árbitro. Hazard, desde los once metros, no perdonó con un lanzamiento suave y plácido al centro del arco.
El propio Silva se rehízo de su error 17 minutos después, en el 113, con un testarazo desde el área pequeña tras un centro de Thiago Motta que se coló por encima de Courtois y que dejaba al Chelsea fuera del torneo.
La sorprendente eliminación de los “blues” vuelve a cuestionar a José Mourinho después de un partido muy pobre de sus hombres, a los que les queda la “Premier League” para salvar una irregular temporada.
Agencia EFE