Autoridades mexicanas pagaron al menos 14 millones de dólares a la producción de Spectre, la nueva película de James Bond que protagoniza Daniel Craig, para que fuera cambiada la manera en que pretendían ser retratados algunos mexicanos en el filme del agente 007, refieren documentos dados a conocer en días pasados por el sitio Tax Analysts.
Bajo el título “Elementos necesarios para preservar la oferta mexicana”, el documento referido por el sitio da cuenta que aunque “los funcionarios mexicanos querían ver a sus ciudadanos en la película, eran sensibles acerca de cómo podrían ser retratados”.
Entre los cambios gestionados por las autoridades de México, de las que no se menciona su nombre ni cargo, los documentos refieren que para el papel de “Estrella”, la dueña de un hotel en el que se hospeda Bond para comenzar su búsqueda de un asesino llamado Sciarra, se acordó que fuera interpretado un “actriz mexicana conocida”.
La misma información proporcionada por el sitio dice que también se acordó que Sicarra no fuera mexicano. Del mismo modo, se pidió que el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, el objetivo del asesino, necesitaba ser reemplazado por un líder internacional.
En el memorando también se pidió realizar tomas aéreas de “modernos edificios de la Ciudad de México.” Las filtraciones, en su mayoría de correos electrónicos de ejecutivos de Sony Pictures, sugieren que todos esos requisitos se cumplieron a través de cambios en el guión.
“La persecusión de Bond a Sciarra durante el ‘Día de Muertos’ sustituirá un partido sin marco geográfico aparente, esto permitió también la incorporación de un papel para una actriz mexicana, el que un Embajador reemplazara al Jefe de Gobierno como objetivo de Sciarra, y el más reciente cambio al guión que contempla una escena con Bond robando el helicóptero de Sciarra para ‘despegar en el horizonte mexicano’”, dice el reporte.
Se dice que aunque se esperaba que esos cambios trajeran 14 millones para una secuencia de cuatro minutos, los ejecutivos pensaron más cambios podrían generar aún más incentivos.
Sinembargo