El portal HispanTV informó que la inteligencia de EE.UU. ha retomado sus masivos programas de espionaje a las comunicaciones de los países latinoamericanos, denunció Julian Assange.
“EE.UU. vuelve a interesarse por América Latina, pero a diferencia de hace 10 años, ahora dispone de un sistema global de vigilancia masiva que le permite espiar a todos y cada uno”, reveló el fundador de la web de filtraciones Wikileaks, Julian Assange, en una entrevista con el canal ruso RT publicada el miércoles.
El periodista australiano, explicó que el “98 por ciento” de las telecomunicaciones de Latinoamérica pasa por EE.UU. debido a la cercanía geográfica.
Por ello, Washington goza de la “llamada ventaja doméstica e intercepta fácilmente comunicaciones” y vigila todos los aconteceres en este continente y lo que hacen sus líderes, remarcó.
Según Assange, el espionaje se realiza en base de dispositivos de vigilancia colocados en los cables de fibra óptica en las embajadas y empresas locales.
Assange destacó que uno de estos aparatos se descubrió en Ecuador tras las masivas filtraciones del excontratista de la Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU. (NSA, por sus siglas en inglés), Edward Snowden.
El programa de vigilancia tiene como blanco a “cualquier persona importante”, alertó.
Desde febrero de 2013, Wikileaks ha estado advirtiendo de programas de espionaje estadounidense a distintos países latinoamericanos, como Argentina, Brasil, Ecuador, México, Colombia, Nicaragua, Perú, Paraguay, Uruguay y Panamá, entre otros.
En julio pasado, Assange indicó que los gigantes de Internet Google y Facebook contribuyen en gran medida a la recolección de datos de la NSA en el continente latino.
Además instó a los líderes latinoamericanos a evitar la vigilancia electrónica de Washington, creando sus propios buscadores y redes sociales, como alternativas a Google, Facebook y Twitter, tal como hicieron Rusia y China.
El fundador de Wikileaks, un portal que ha filtrado centenares de miles de cables diplomáticos estadounidenses y otros documentos confidenciales, permanece refugiado en la embajada de Ecuador en el Reino Unido desde 2012, ante posibles represalias de EE.UU. a través de un caso abierto de presunta violación.