Las autoridades sauditas investigaban este sábado la tragedia en la Gran Mezquita de La Meca donde 107 personas murieron por la caída de una grúa, pero afirmaron que no afectará a la peregrinación anual, detalló la agencia AFP citada por La Jornada.
El viernes, a unos días de la peregrinación (haj), que atrae a cientos de miles de fieles del mundo entero, una grúa cayó sobre la Gran Mezquita de La Meca, el lugar más sagrado del Islam, en el oeste de Arabia Saudita.
Un estruendo sembró el pánico entre los fieles congregados aprovechando que era día de descanso semanal y de oración de los musulmanes.
Esta tragedia, la peor en un lugar sagrado saudita desde hace años, no afectará al haj, previsto el 21 o 22 de septiembre. Unos 800 mil peregrinos ya han llegado al reino.
“Esto no afectará para nada al haj”, declaró el responsable saudí que pidió conservar el anonimato. Añadió que la reparación tomará varios días. El gobernador de la región de La Meca, príncipe Jaled al Faisal, ordenó el viernes por la noche la apertura de una investigación sobre lo sucedido.
Pero horas después, las autoridades todavía no habían difundido detalles sobre los muertos ni sus nacionalidades.
Según un balance oficial, al menos 107 personas murieron y otras 238 resultaron heridas por la caída de la grúa.
El rey Salman visitó el lugar del accidente y prometió que “se investigarán todas las causas” de lo ocurrido, para luego anunciarlo a la población.
Según la agencia oficial SPA, el soberano dio su pésame a las familias de los fallecidos, entre las que hay indios e indonesios, y visitó un hospital “para interesarse por el estado de salud de los heridos, entre los que hay iraníes, turcos, afganos, egipcios y paquistaníes”.