Hamada Hashem, un guía del desierto que vive en una villa cercana y testigo del ataque a un grupo de turistas donde fallecieron ocho mexicanos, informó que la agresión al parecer estaba relacionada con el secuestro de un residente llamado Saleh Qassim Said por parte de milicianos dos días antes, citó La Jornada a la agencia AP.
Hashem relató que la policía y gente de la localidad, él mismo incluido, montaron una operación de rescate, pero que milicianos fuertemente armados los disuadieron. Entonces la policía pidió al ejército que se involucrara.
Fuerzas egipcias que andaban en busca de terroristas dispararon por error contra un grupo de turistas, matando a por lo menos 12 personas, incluyendo dos mexicanos, informaron autoridades este lunes.
Autoridades egipcias indicaron que el grupo de safari no tenía permiso para estar en el área, sin embargo no han dado un relato completo del incidente ocurrido el domingo donde también resultaron 10 personas heridas.
El portavoz militar, brigadier general, Mohammed Samir informó que no estaba autorizado a hablar del tema, mientras que funcionarios del Ministerio del Interior no han respondido a las numerosas solicitudes para comentar al respecto.
El domingo, el grupo egipcio afiliado al Estado Islámico circuló fotos donde supuestamente muestra enfrentamientos con fuerzas de seguridad y lo que al parecer era sangre de Said, a quien acusaron de ser un “espía” de los servicios de seguridad, de acuerdo con SITE Intelligence Group, un grupo estadunidense que monitorea sitios web de milicianos.
Los ataques contra las fuerzas de seguridad han escalado en la región, además de extenderse a otras áreas del territorio después del derrocamiento militar en julio de 2013 del presidente islamista Mohamed Mursi.