Por Lily Tanino
De seguro alguna vez has visto perros guiando a personas invidentes; estos son los perros lazarillos o guía. No cualquier raza puede ser lazarillo, ya que deben tener un carácter muy especial, ser equilibrados, obedientes y por supuesto tranquilos. Las razas más usadas son el pastor alemán, el golden retriever y el labrador. Pero, de estas razas, no todos los ejemplares tienen la capacidad de cumplir con ésta misión. La genética es un factor muy importante, por lo que es necesario realizar varios cruces hasta conseguir el perro deseado. A continuación, un paso muy importante para la educación de los perros es un programa de socialización de cachorros, éste consiste en que el futuro perro guía alcance el máximo nivel de integración social y para ello el cachorro debe crecer en un hogar y no en una residencia canina, por eso son llevados con familias voluntarias. El personal calificado decidirá que casa y familia reúnen las condiciones que necesita el cachorro (no estar más de 2 horas al día solo, vivir dentro de la casa, acudir a tiendas, transportes públicos, etc. y que tengan compatibilidad con otros animales).
Después de haber pasado todo tipo de verificación, el cachorro de 2 meses es adoptado. A los dueños temporales se les proporciona un carnet y una placa que identifique al cachorro como futuro perro guía; de esta manera podrán entrar en cualquier establecimiento, evento, transporte público, etc.
A los 8 meses se les hace un reconocimiento completo. Si pasa esta prueba continuará con la familia y cuando adquiera la mayoría de edad, casi al año, ingresará en la escuela de perros guías para iniciar su entrenamiento.
A partir de ahora su vida cambiará por completo. Ya en el departamento de entrenamiento se descubre si tiene las aptitudes necesarias para convertirse en un buen perro guía.
Por último se selecciona al invidente y se pondrá a prueba la habilidad para percibir los movimientos y la manera de comunicarse del perro, así como los cuidados que éste requiera. Solo así se podrá saber si va a funcionar la unión entre ambos. Estos perros llevan una labor extraordinaria diariamente, como lo es buscar puertas, buscar asientos en los transportes públicos, parar en los semáforos, emitir diferentes tipos de ladridos según la situación, apagar o encender luces, mover el teléfono y otras importantes funciones.