7 cosas sorprendentes que pasan cuando dejas el refresco

Coca-Cola, una de las empresas de refrescos más grandes del mundo, recientemente abrió una organización llamada Global Energy Balance Network, la cual, busca realizar investigaciones con el objetivo de mejorar nuestra alimentación y reducir la crisis de obesidad que hay en el planeta.

De acuerdo con la organización sin fines de lucro, no existe ninguna evidencia que apunte a que el alimentarse con comida rápida y tomar refresco cause ganar peso. De hecho, apuntan a que, en realidad, las personas no realizan tanto ejercicio como deberían.

Una investigación del New York Times reveló que los estadounidenses consumen un 25% menos refrescos desde finales de los años 90.

De acuerdo con los editores de Eat This, Not That!, el dejar de tomar refrescos tiene sus beneficios, más allá de bajar de peso, su investigación encontró siete cosas asombrosas que pasan cuando ya no tomamos refresco.

1. Tendrás menos hambre
Pese a que existan bebidas bajas en calorías y azúcar, los endulzantes artificiales son el gran problema de los refrescos. De acuerdo con la nutrióloga Isabel Smith, el azúcar artificial afecta nuestro sentido de saciedad. Los endulzantes artificiales exceden la cantidad de dulce en 400 a 8,000 veces al azúcar normal.

Con los edulcorantes artificiales, el cuerpo responde con más hambre dada la gran cantidad de calorías que se obtienen mediante los refrescos.

2. Te verás más joven
Según un estudio del American Journal of Public Health, cuando una célula se divide, los telomeros se acortan naturalmente, este proceso se asocia con el envejecimiento y las enfermedades de la edad. La investigación también reveló que, el consumo diario de refresco con una gran cantidad de azúcar, está asociado a un periodo de vida más corto de los telomeros, lo cual, es el precursor de padecimientos como la diabetes o enfermedades del corazón.

Los refrescos endulzados con mucha azúcar incrementan el envejecimiento de las células, tal y como lo hace el cigarro en los fumadores.

3. Perderás peso
En realidad, la Coca-Cola Zero no es una buena opción para bajar de peso, al contrario, impide perderlo. No importa que existan todas esas bebidas bajas en calorías o libres de azúcar, la realidad es que con el azúcar artificial que tienen liberan insulina e impiden y evita perder peso.

La insulina es la hormona primaria de almacenamiento de grasa. Con la ayuda de los endulzantes artificiales no se evita liberar insulina y se le dice al cuerpo que haga lo contrario. Además, los químicos de los refrescos de dieta pueden dañar más al organismo.

Al paso de una década, las personas que consumen dos o más refrescos de dieta experimentan un incremento de tallas cuatro veces más que aquellos que no lo hacen.

4. Te enfermarás menos
La acidez del refresco es mala para el sistema digestivo, erosionan el esmalte de los dientes y empeoran el reflujo. Las sodas de dieta son las más traicioneras, pues el azúcar artificial podría afectar la salud de las bacterias del estómago, lo cual, tendría efectos adversos en el control de azúcar en la sangre y hasta en el control de peso en las enfermedades. Es decir, la respuesta del cuerpo a ciertas infecciones.

Por cada 5% de calorías que consumimos de los edulcorantes, el riesgo de padecer diabetes se incrementa en un 18 por ciento.

5. Puedes reducir grasas ocultas
Así es, son aquellas grasas que son difíciles de detectar a primera vista, el problema es que no sabemos que estamos en riesgo de tener problemas de salud por que no vemos los cambios en nuestro cuerpo. La soda contribuye a incrementar la masa de grasas escondidas en nuestro cuerpo.

6. Tus huesos se dejarán de romper
El color artificial creado para la soda contiene fósforo que, a largo plazo, puede ser malo para los huesos. El fósforo se encuentra de manera natural en los frijoles y granos, pero el que se agrega al refresco es del tipo que no se va.

Básicamente, tomamos algo que hay en la naturaleza, pero facilitamos su absorción. En los huesos provoca filtración de calcio.

7. Tendrás más energía
Irónicamente, la razón principal por la que bebemos soda es el motivo por el que estamos cansados y queremos más. Beber mucha cafeína nos puede deshidratar, y sobreestimula el sistema nervioso, lo cual nos hace sentir fatigados y cansados.

Cuando las personas dejan la cafeína tienen más energía, pues la cafeína causa grandes altas y bajas. Y es que, la verdadera energía se obtiene de los alimentos naturales y no de los procesados.