Habitar Marte conllevaría una serie de procesos tecnológicos que posibilitaran la supervivencia y encarar viejos dilemas éticos a los que ya se ha enfrentado antes el ser humano, contó a Efe el astrónomo mexicano Luis Aguilar.
El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) apuntó que, si el ser humano fuera a otro planeta, se daría una situación similar a la que tuvieron los europeos al colonizar otras partes de la Tierra.
De existir alguna forma de vida, habría que valorar desde el punto de vista ético si está bien alterarla y explotar su territorio, explicó.
Entonces, la posibilidad de expandir la humanidad a otro planeta vería un choque entre dos líneas de pensamiento distintas porque en caso de que hubiese vida microscópica o macroscópica “mucha gente podría decir: mejor lo modificamos (el planeta) para que sirva para nosotros”, expuso.
En cambio, la otra mentalidad argumentaría que “eso no es ético; nosotros estamos llegando como invasores, como intrusos, aunque la vida de ese planeta sea microscópica es la vida del planeta, con qué derecho lo vamos a modificar”.
“No porque algo sea posible tecnológicamente, significa que lo tenemos que hacer”, valoró el astrónomo.
Habitar un planeta significaría llevar a cabo el proceso conocido como terraformación, una serie de acciones que replicaran en la medida de lo posible, las condiciones de vida del planeta Tierra alterando la atmósfera y superficie del planeta a habitar.
“Se necesita que ya de por sí sea parecido a la Tierra, ya que si es muy diferente va a costar mucho hacer el proceso”, aclaró.
El más parecido por el momento es Marte, aunque presenta problemas tales como que “la atmósfera es muy poco densa, hace mucho frío y no existe el agua en forma líquida en la superficie”.
Por tanto, el científico explicó que hay que “aumentar la densidad de la atmósfera, hay que calentar el planeta y hay que hacer que pueda haber agua en la superficie”.
Fuente: Sin Embargo
Source: Crealo