Este joven estadounidense fue llevado a un tribunal acusado de secuestro, además de otros delitos.
El muchacho, de 21 años de edad, quiso conmover al juez y a sus víctimas para que lo perdonaran interpretando la canción “Hello” de Adele.
Su intento fue fallido, pues aunque entonó muy bien, no conmovió a nadie y recibió la sanción correspondiente por sus crímenes.
Fuente: Uno TV