David Berkowitz es uno de los asesinos en serie más famosos de EE.UU. En los años 1977 y 1978 mató a tiros seis personas en Nueva York, mientras que otras siete resultaron gravemente heridas en varios ataques sangrientos.
Al ser detenido, Berkowitz declaró que mataba a la gente, cumpliendo las órdenes de su vecino Sam, quien se las transfería “mediante un demonio”. Lo curioso es que ese “demonio” venía al asesino en forma de perro, el de su vecino, a lo que se debe el apodo del criminal: ‘el hijo de Sam’.
A pesar de tales declaraciones perturbadoras, no le detectaron ninguna enfermedad mental y Berkowitz fue condenado a 365 años en prisión. A partir del año 2002 el asesino en serie tuvo derecho a solicitar el indulto, el cual ha ejercido ya 15 veces, pero en vano. En su último discurso ante la comisión de indulto dijo que ya “encontró su vocación en la cárcel” y que ayuda a sus compañeros para que sobrevivan a una etapa muy dura entre rejas.
“Hago muchas cosas buenas y positivas y se lo agradezco a Dios”, señaló Berkowitz, informa ‘New York Post’. Durante su estancia en prisión ‘el hijo de Sam’ se ha graduado por la Universidad de Sullivan con excelencia y sigue estudiando la Biblia, además de ayudar en los oficios religiosos.
“Tengo mucho entusiasmo para ayudar a los presos, especialmente a los que padecen trastornos mentales o están en depresión… Siento que es mi vocación en la vida”, aseguró Berkowitz.
Fuente: RT