Las heridas causadas por la explosión del petardo y el atropello causaron al animal una hemorragia interna, que fue la causa de la muerte del can. El equipo de Croquetón GDL trató de averiguar quién fue el autor de la brutal agresión, pero “los vecinos no quieren involucrarse y mucho menos denunciar”, se detalla en la publicación.
“Esta es una clara señal de que algo no está bien en la sociedad”, comentó uno de los internautas en Facebook, que parece haber reflejado mejor la opinión de la mayoría: “Si a los niños y adolescentes no se les enseña a respetar a los demás seres vivos, es por lo que ocurren estas cosas. Estos chicos necesitan tratamiento para que la próxima vez no sea contra un humano“.
“Es un llamado a la sociedad para que se sensibilice, rescate, ayude, promueva, denuncie, eduque, que no solo diga ‘pobrecito’, ¡eso no ayuda! Muchos se conmueven, pero pocos se mueven. ¡Ya basta de maltratarlos!”, instan los activistas de Croquetón GDL.