Hace menos de un año, los directivos de Facebook se reunieron para hacer frente a un grave problema: los usuarios de la red social estaban publicando menos sobre su vida personal, según datos confidenciales de la compañía a los que tuvo acceso ‘The Information’. “Lo peor que le puede pasar a Facebook ya está sucediendo”, títula su artículo la revista Inc.com.
A partir de ese momento la compañía se esforzó en hacer frente a esta amenaza a largo plazo, creando para ello un equipo en Londres que ayudara a desarrollar una estrategia para detener esta caída y hacer que la gente comparta de nuevo sus experiencias vitales. Facebook se ha ido desplazando silenciosamente hacia una crisis, tal como señala Inc.com.
Según ‘The Information’, el intercambio de datos compartidos, es decir, mensajes e imágenes de los propios usuarios, cayó un 21 por ciento desde el 2014 hasta el 2015, contribuyendo a una disminución del 5,5 por ciento en el intercambio total.
Entre las medidas adoptadas se realizó un cambio en el algoritmo de noticias de Facebook que privilegiaba las actualizaciones de estado por encima del contenido de enlaces de noticias, videos virales etc.
Sin embargo, otro problema afecta a la red social, escribe Jeff Bercovici, el autor del artículo en Inc.com. “Usted probablemente ha notado que los ‘amigos’ que aparecen en su muro a menudo no son las personas en cuyas vidas usted está más interesado, sino simplemente son aquellos que tienen mucho que decir”.
Según los datos consultados por ‘The Information’, más del 60 por ciento de los usuarios no comparte contenidos personales en una semana.
Bercovici ejemplifica la situación con su experiencia personal: “Yo solía ser uno de estos exhibicionistas fastidiosos de Facebook. Pero hace seis meses mi cuenta fue ‘hackeada’ y tardé varios días en recuperarla. Desde entonces, mi relación con Facebook ha cambiado de una manera que creo que puede arrojar alguna luz sobre la tendencia problemática que enfrenta la empresa”.
Al principio reconoce que estaba “enfadado” debido a la facilidad con la que el pirata informático había conseguido “erradicar los cientos de horas de contenido supuestamente valioso que había encomendado a Facebook”. Sin embargo, al cabo de unas horas, cuando dio por perdida para siempre su cuenta, se sintió invadido por una inesperada sensación de alivio.
“Bueno, quizás no use Facebook nunca más”, pensó. El pensamiento fue placentero según cuenta y la sensación no desapareció incluso después de que lograra recuperar su cuenta.
Afortunadamente para Facebook, que es tan ubicuo y tan adictivo, nada de esto ha hecho mella aún en el negocio. Los usuarios de Facebook siguen aumentando, constata Bercovici.
RT Noticias