Bueno, parece que los objetivos a nivel de divulgación científica no se están logrando en lo que respecta a México. La INEGI dio a conocer los resultados de su Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología, la cual arrojó cifras un tanto desalentadoras, en lo que se refiere a la valides que le da la sociedad civil mexicana a los estatutos científicos.
Para ser más puntuales, en promedio, alrededor del 30% de la población del país duda o niega tajantemente las teorías científicas más aceptadas por la comunidad de investigadores internacional; estamos hablando de la Teoría de la Evolución de Charles Darwin y la Teoría del Big Bang, una que explica el origen de las especies actualmente conocidas (incluido el humano), como parte de un proceso gradual de transformación y adaptación de animales similares previos; la otra el nacimiento del universo en su totalidad, a partir de un gran estallido de elementos en muy alta densidad.
En sí, 31% de los encuestados (unas 35 millones de personas) afirman que lo establecido por Darwin es falso; mientras que el 27% hace lo propio con la gran explosión originaria.
Pero no sólo eso, 36% asegura que dinosaurios y humanos (estos pensados en su conformación contemporánea), se desarrollaron en un mismo contexto espacio-temporal; esto a pesar de la pruebas que sugieren que nuestra especie se estableció en la Tierra como tal hace apenas unos 3 millones de años, mientras que los grandes reptiles habrían muerto hace 65 millones.
No se dan detalles de los conocimientos que sustituyen a estas teorías en el campo contextual de los encuestados; pero se sugiere que estos no forman parte de un campo científico aceptado.
Fuente: SDP Noticias