Una pareja brasileña estrelló su auto contra un puente provocando un aparatoso accidente. El hombre murió entre los fierros retorcidos poco antes de llegar al hospital, mientras que la mujer [la cual estaba acomodada en el asiento del copiloto] se encontraba en estado de shock y totalmente ilesa.
El automóvil quedó irreconocible, pues no tenía techo, puertas ni frente. La mujer se quedó sentada un largo rato, buscando de forma vehemente algo en su bolso y hablando por teléfono.
A su alrededor había transeúntes curiosos que se habían acercado mirando absortos para ver los que pasaba y brindarle auxilio, pero ella no respondía.
Varios testigos afirmaron que la joven estaba completamente abstraída de la realidad, sin duda en evidente estado de shock por lo sucedido.
Sin Embargo