El juez Cobb de una corte familiar del Tribunal Superior de Londres, concluyó esta semana que una adolescente producto de una donación de esperma, debe mantener contacto con sus padres aun en contra de su voluntad. Se trata de un caso que el mismo juez calificó de “extraordinario” y que involucra a dos familias, una con dos madres y otra con dos padres.
El caso es para que al donador de esperma y a su pareja se les permita ver a la adolescente de 14 años y a su hermana menor de 10, quienes viven en Londres con su madre biológica y su pareja que también es mujer. Ambas parejas están unidas por contratos de convivencia civil.
Durante el proceso la adolescente, identificada por motivos legales como A, rindió testimonio en audiencia privada frente al juez Cobb y acompañada por su abogado. Invocando la Ley de la Infancia de 1989, ella solicitó al juez que le permitiera llegar a sus propias conclusiones a fin de no tener contacto son sus padres a quienes culpa del largo proceso judicial al que su familia se ha visto sometida desde el 2008.
El juez Cobb, pese a haber reconocido la “bien desarrollada autonomía y pensamiento independiente” de la adolescente, falló en su contra y por considerar que es en su mejor interés dispuso un contacto con los padres, permitiéndoles que le envíen tarjetas, cartas y regalos, de tal forma que ella se beneficie de un “modesto pero importante vínculo” con ellos.
El juez dijo que los padres “desean enfatizar que aman a las niñas, que siempre las han amado, que siempre estarán para ellas y en interés de ellas. Ellos esperan que las niñas algún día miren atrás a tiempos felices de contactos sostenidos en el pasado”.
Y añadió: “Ellos deberían buscar órdenes para contacto indirecto con la esperanza de que suceda, manteniendo un vínculo con las niñas sobre el que, esperan, se construya una relación futura”.
En su resolución el juez señaló que ambas niñas tienen “futuros prometedores”, “mentes inquisitivas y brillantes”, gozan de buena salud y están bien cuidadas por sus madres, pero “el vacío significativo en sus vidas es la falta de una relación significativa con sus padres”.
“Estoy cierto en la opinión de que los padres tienen algo de verdadero valor e importancia que añadir a las vidas de las niñas”, concluyó.
Así que mientras unos van tratando de deshacerse de la responsabilidad de ser padres, otros, que desde el inicio aceptaron no tener vínculo ni responsabilidad alguna, van buscando conocer a sus hijos y mantener con ellos relaciones significativas. Solo el tiempo dirá si la sentencia del juez Cobb logró que del contacto forzado de estas niñas con sus padres naciera el cariño.
Fuente: theguardian.com