Esta semana se ha dado a conocer que la cantidad de personas que no creen en Dios en Noruega ha superado por primera vez a la de los creyentes y en Estados Unidos, el país cuyos billetes bancarios incluyen el lema ‘Confiamos en Dios’, la fe en la deidad cristiana también vive un descenso histórico.
Pese a esta tendencia global, que indica una reducción en la cantidad de feligreses, todavía no hay muchos países en los que quienes carecen de fe superan el 20 % de la población. Para conocer los detalles de este índice, el diario ‘The Independent’ ha elaborado una lista de los países más ateos del mundo.
China
Las encuestas de Win/Gallup indican que entre el 40 % y el 49,9 % de los chinos no se definen ni siquiera como agnósticos.
El comunismo, la ideología del partido que gobierna el país desde 1949, considera que la religión es un medio para oprimir al proletariado. De este modo, China suprimió los movimientos religiosos durante los 27 años que Mao Zedong estuvo en el poder, hasta 1976.
Japón
Una proporción importante de la población de esta otra nación oriental no incluye a una divinidad en su versión del mundo. Así, entre el 30 % y el 39 % de los nipones se consideran “ateos convencidos”.
Históricamente, en Japón la religión se ha centrado en el sintoísmo, que se basa en rituales y mitología, más que en la veneración de una única deidad. En cualquier caso, tanto esta religión como el budismo han experimentado un descenso de fieles.
República Checa
La cantidad de ateos de este país centroeuropeo oscila entre el 30 % y el 39%. El origen de esta posición débil de la religión tradicional podría ser la herencia de un fuerte nacionalismo, que tuvo su auge en los siglos XIX y XX.
En aquel entonces, los checos consideraron que el catolicismo era una imposición austriaca. Al mismo tiempo, el protestantismo nunca logró ocupar un lugar significativo.
Finalmente, durante el periodo comunista del país, vigente desde 1948 hasta 1989, se suprimió cualquier actividad religiosa.
Francia
Este país se distingue de muchos de sus vecinos europeos en el hecho de que, al menos, un quinto de su población se define como atea convencida.
A lo largo de su historia, Francia ha vivido periodos en los que el Estado ha tratado de reducir el poder de las instituciones religiosas.
Por ejemplo, la Revolución francesa de 1789 derogó el catolicismo como religión estatal y, posteriormente, una ley de 1905 separó de manera oficial a la Iglesia del Estado.
Australia
En Australia, los ateos convencidos suman entre el 10 % y el 19% de la población. Esto no resulta asombroso, debido a su gran tradición secular.
Pocas décadas después de 1788, fecha en la que llegaron los colonos, el país estableció la igualdad religiosa, que terminó con el privilegio de la Iglesia anglicana. Este hecho abrió oportunidades comerciales a otros grupos religiosos, incluidos musulmanes y judíos.
Hoy en día, la predominante fe cristiana está en descenso y cada vez hay más australianos que no se identifican con ningún dios.
Islandia
En esta isla del norte de Europa, el catolicismo cedió ante el luteranismo en 1550 y se estableció la libertad religiosa como un derecho legal en 1874.
Muchos islandeses se consideran luteranos, mientras una pequeña proporción sigue el neopaganismo y entre el 10 % y el 19 % son ateos convencidos.
Fuente: RT