Un avión con el rendimiento de un cohete, no un cohete con alas. Esta es la idea que Dawn Aerospace persigue desde hace más de cinco años. La compañía, que se reparte entre entre los Países Bajos y Nueva Zelanda, está trabajando en el desarrollo de un vehículo orbital optimizado para lanzar cargas útiles como satélites pequeños y realizar misiones de observación terrestre.
Estamos ante un proyecto tan ambicioso como desafiante, pero que parece encaminado a seguir cosechando éxitos. Dawn Aerospace ha completado más de medio centenar de vuelos segmentados en diferentes series con su demostrador Mk-II Aurora. Los últimos tres se realizaron el pasado mes de julio y, según la firma, fueron un auténtico éxito.
Un “avión” listo para batir más de un récord
El vehículo Mk-II Aurora alcanzó una velocidad máxima de Mach 0.92 y una altitud de 50.000 pies en las mencionadas pruebas. La imagen de portada de este artículo muestra al avión en su altura máxima tras despegar desde el aeródromo de Glentanner, en Nueva Zelanda. Dawn Aerospace dice que está lista para que su proyecto pase al siguiente nivel.
La próxima serie de vuelos, que se prevé que inicie en septiembre de este año, debería permitir al Mk-II Aurora alcanzar velocidades supersónicas. Esto pondrá a prueba tanto el rendimiento del cohete como el diseño aerodinámico de la aeronave para sentar las bases de una serie de hitos bastante espectaculares.
Dawn Aerospace confía en que su demostrador podrá ascender más rápido que un F15, alcanzar mayor altitud que un MiG-25, volar a mayor velocidad que un SR-71 (el avión más rápido del mundo), y, finalmente, ser el primer vehículo en sobrepasar la línea de Kármán, es decir, la referencia de 100 km de altitud que suele utilizar para determinar cuando comienza el espacio.
La firma asegura que, cuando alcance lo mencionado, habrá superado “algunos récords que se han mantenido durante más de 50 años”. Más allá del logro que supondría esto, la misión central de la compañía es allanar el camino para la fabricación de un avión de tamaño real de dos etapas llamado Mk-III para prestar servicios de acceso a la órbita.
Si la compañía consigue prestar servicios a un precio competitivo, es probable que no tenga demasiados inconvenientes en conseguir clientes. Estamos viviendo una realidad donde todo el mundo quiere lanzar satélites. Desde instituciones educativas hasta agencias de gobiernos. Ahora bien, destaca el plan de inversión publicado por Dawn Aerospace.
En una publicación de blog afirman que han llegado hasta este punto gastando 10 millones de dólares, y esperan completar el proyecto con un total de menos de 20 millones de dólares. Se trata de una inversión modesta en relación al dinero necesario para desarrollar una aeronave o un cohete convencional. Con el tiempo sabremos si lo conseguirán.
Source: Crealo