Un prisionero de 29 años fue llevado a la sala de emergencias del Adelaide and Meath Hospital en Dublin. Mencionó que había vomitado durante cuatro horas y dijo que, además, se tragó un teléfono celular ese mismo día, pero seis horas antes, informó Dinero En Imagen.
Según el International Journal of Surgery Case Reports, luego de realizarle varias pruebas de Rayos X se localizó el dispositivo: se encontraba en el estómago. Además, el hombre presentaba severos problemas psicosociales.
El paciente fue llevado a la sala de operaciones para ser intervenido y practicarle una endoscopia gastrointestinal, es decir, el procedimiento estándar para extraer objetos del estómago. Todos los intentos fallaron.
Los instrumentos no podían alcanzar el teléfono para sacarlo de una manera segura, pues forzar una salida dañaría el esófago.
Sin muchas opciones, se inclinaron por un procedimiento más invasivo. Realizaron incisiones más grandes en la pared abdominal y jalaron el móvil con unos fórceps (algo muy similar a una cesárea).
Esta sería la endoscopia normal para alinear el objeto y sacarlo con facilidad:
El parte después de la cirugía indicaba que al paciente se le proporcionaron analgésicos, dos dosis de antibióticos y por tres días no se le alimentó por la boca. El sujeto fue evaluado por un psiquiatra. A los siete días de la operación pudo dejar el hospital y el seguimiento reportó que su recuperación fue normal.
Al final, los médicos concluyeron que los actuales instrumentos para extraer objetos durante una endoscopia no servían para sacar un teléfono celular del estómago. Debido a esto, proponen que se deben mejorar las herramientas o modificar las que ya existen, en el caso de que se requiera retirar este tipo de objetos sin dañar el esófago.
El reporte no indica cómo pudo el hombre tragar el teléfono ni qué lo llevó a hacerlo. Señala que se obtuvo el consentimiento del paciente para su publicación, pero no informa de más detalles sobre el sujeto.