Tras sismo y tsunami, resurge mito sobre catástrofes por aparición de pez remo

El Océano es uno de los lugares del mundo que todavía escapa al conocimiento humano. En sus profundidades habitan criaturas que aún no se han descubierto, y especies de las que apenas existe información, y que están envueltas, incluso, en un halo de misticismo.

Pescadores de la isla de Cozumel, en el estado de Quintana Roo, hallaron hace unas semanas uno de esos seres que rara vez emerge a la superficie; y que cuando lo hace, es símbolo de mal presagio. Los marineros navegaban en su bote cuando lo vieron flotando en el agua, prácticamente inerte, y enseguida entendieron de qué se trataba.

“Pez remo. Cozumel, Quintana Roo”, explica el pescador, mientras muestra al animal marino en un video que compartió en la cuenta de Facebook Macheto Snap Cozumel Surf.

Avistar un pez remo es muy inusual. Y en la cultura japonesa, se le considera un “Ryugu no tsukai”, o “Mensajero del Palacio del Dios del Mar”, que sube a la superficie para avisar de un posible maremoto.

“Según la creencia tradicional, si aparecen muchos peces remos, podría ser señal de un terremoto inminente”, explica National Geographic.

En un reportaje realizado por Japan Times, se defiende que esta teoría del folclore japonés sí podría tener una base científica, aunque aún no se ha explorado. Kiyoshi Wadatsumi, un experto en sismos de la ONG e-PISCO, dijo al diario asiático que quizás la convención popular no es tan descabellada: “Los peces de aguas profundas que viven cerca del fondo del mar son más sensibles a los movimientos de fallas activas que los que se encuentran cerca de la superficie del mar”.

La criatura que encontraron los pescadores esta semana en Quintana Roo, medía seis metros. Según el Museo de Historia Natural de Florida, el pez remo, cuyo nombre científico es Regalecus glesne, puede llegar a medir 10 metros, y pesar hasta 270 kilos.

“La longitud máxima registrada del pez remo es de 36 pies (10 metros) de longitud total; aunque se observa más comúnmente en longitudes de aproximadamente 10 pies (3 metros). Es considerado el pez óseo vivo más largo de los tiempos modernos por el Libro Guinnes de los Récords”, informa la institución en su sitio web.

Su enorme tamaño y el movimiento ondulante de su aleta dorsal, probablemente inspiraron las leyendas y cuentos milenarios de serpientes marinas y monstruos de aguas saladas. Aunque esta imagen terrorífica, se aleja mucho del carácter del pez remo, dócil y tranquilo.

“No son peligrosos para la gente”, explica National Geographic. “Se alimenta de placton pequeño, crustáceos y calamares. Ni siquiera tienen dientes reales, son estructuras más endebles llamadas branquiespinas, para atrapar pequeños organismos”.

Además, carece de escamas, a diferencia de muchos peces óseos. Y en la superficie su piel es suave y delicada.


Source: Crealo