No es fácil ser padre, no se viene con un instructivo, por lo que cada uno hace lo que piensa es mejor para sus hijos, aunque otros crean que lo que están haciendo está mal. Este es un caso que ha causado sensación y posturas encontradas, todo sobre el castigo que una madre le puso a su hija al enterarse que ella se burlaba de una niña solo por la forma en la que esta vestía en clases, informa OK Noticias.
Kaylee es una niña de 10 años de edad, que cursa la escuela primaria en los Estados Unidos, lugar en donde no se acostumbra usar uniformes escolares, lo que por una parte es bueno porque los gastos escolares se reducen, pero es malo por otra parte ya que causa inconvenientes como este, en donde la clase social, o el poder adquisitivo de las familias se ve plasmado en la vestimenta de los niños, y los hace propensos a sufrir críticas.
El problema es que Kaylee comenzó a usar esto como pretexto para molestar constantemente a otra niña, diciéndole que era fea, su ropa horrible, entre otras cosas, que al llegar a oídos de su madrastra y su padre, causaron que un enorme castigo se le viniera encima.
Un día después de saberse de las acciones de Kaylee, su madrastra la llevó de compras, pero de un tipo de compras que a ninguna niña le gustaría. Fueron juntas a un mercado de ropa de segunda mano, en el cual sin decirle el propósito la madrastra de Kaylee le pidió que escogiera los vestidos más feos que encontrara. Kaylee lo hizo sin saber para qué eran.
Regresando a casa, la madrastra le contó su plana Kaylee, y al día siguiente, ella y su esposo, padre de la niña, la hicieron, como castigo, que vistiera alguno de esos vestidos para ir a la escuela. Al llegar a clases Kaylee sufrió de lo mismo que ella le hacía a su compañera, y por la misma razón.
“Me molestaron mucho en clase. Me llamaron fea. Fue horrible”. Cuenta Kaylee. Reacción que ha hecho que muchas personas tachen este castigo como humillación para la niña, y juzgan que con esto no lograrán más que hacer sentir mal a la niña.
Pero la realidad es otra, ya que con esto Kaylee entendió y aprendió justo lo que sus padres buscaban, e incluso sintió empatía con la niña que molestaba, con la cual ahora son mejores amigas, y conviven mucho más. “No entendía por qué me molestaban, seguía siendo la misma, solo que con ropa fea”. Después de caminar un poco en los zapatos de ella la comprendió.
Fuente: OKNoticias