Kate Ogg dio a luz mellizos prematuramente, y su bebé Jaime, no sobrevivió al parto. Le preguntó a los doctores si podía sostenerlo para despedirse de él, y lo abrazó por dos horas. Lo que pasó después prueba que existe magia en el tacto de una madre, informa OKNoticias.
El bebé había nacido a las 27 semanas de gestación, lo cual ponía en terrible riesgo su vida. Lamentablemente los doctores le dijeron a los padres del recién nacido, que él no sobreviviría, por lo que le dieron el bebé a la madre para que se despidiera de él. Ella no estaba dispuesta a aceptar esto, y mucho menos a rendirse. Su Lucha rendiría frutos-
Ella juró que había sentido un suspiro del pequeño, por lo que lo abrazó y lo mantuvo pegado a su pecho, como tratando de darle ánimos al niño, puesto que se negaba a aceptar y rendirse a la idea de que el bebé moriría.
“Jamie no lo logró, va a morir” Fueron las palabras de los doctores, refiriéndose a que el pequeño recién nacido no tendría más futuro que ese mismo día.
Pues fue tanto el amor y las energías que la madre le pasó al bebé, que el niño de alguna manera milagrosa sobrevivió al mal que supuestamente lo tenía a minutos de morir. Algo realmente increíble.
De repente, después de estar dos horas pegado al pecho de su madre, el pequeño Jaime comenzó a tomar del pecho de su madre, alimentándose y dando más señas de vida que antes, lo cual trajo una enorme sorpresa a todos los doctores, puesto que no creían lo que miraban.
Una historia más de que el amor verdaderamente puede salvar vidas. Ahora el bebé está sano, y vive junto con su hermano mellizo y sus orgullos padres, una historia verdaderamente inspiradora y esperanzadora.
Fuente: OKNoticias