Con doblete de Dolberg y los goles de Maehle y Braithwaite, Dinamarca superó con comodidad a Gales (0-2) en octavos de final de la Eurocopa y se enfrentará el próximo sábado en Baku contra el vencedor del duelo entre los Países Bajos y la República Checa, este domingo en Budapest.
La selección de País de Gales de Gareth Bale, que fue la revelación de la Eurocopa de Francia 2016, cayó en esta edición sin apenas inquietar a Dinamarca, un equipo marcado por el problema cardíaco en la primera jornada de su estrella Christian Eriksen y que firmó un partido impecable en el Johan Cruyff Arena de Ámsterdam.
La campeona de Europa en 1992 encontró la victoria gracias a una de las sociedades más jóvenes e interesantes del campeonato: Mikkel Damsgaard, centrocampista de la Sampdoria que la semana que viene cumple 21 años, y Kasper Dolberg, delantero de 23 del Niza.
Gales entró con más ímpetu al campo y dominó en los primeros veinte minutos, con un Bale participativo que lo intentó desde lejos un par de veces, sin puntería, y Aaron Ramsey y Daniel James dejándose ver también.
Pero los galeses no aprovecharon algunos errores de Dinamarca, insegura en defensa al inicio, y dejaron que los daneses fueran ganando peso a la contra y forzando saques de esquina.
Hasta que a la media hora de juego un balón de Damsgaard encontró a Dolberg, que fabricó un disparo preciso a media altura ajustado por la derecha de la portería con el que sumó el primero de la tarde para los nórdicos y el octavo en su cuenta personal con Dinamarca.
Los daneses se crecieron con el gol, y pudieron aumentar su ventaja minutos después en otra jugada de bonita factura técnica en la que volvió a funcionar la conexión Damsgaard-Dolberg. El centrocampista de la Samprodia entregó en corto para el delantero del Niza, que lo intentó de espuela.
Poco después, con una Gales que perdía al defensa Connor Roberts, lesionado al estirar la pierna en una carrera por la banda, Maehle perdonó el segundo al filo del descanso.
Información de Milenio
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