La visita del equipo campeón a la Casa Blanca es una tradición que por años se ha mantenido en las cuatro ligas mayores, pero durante la administración del presidente Donald Trump los deportistas han optado por evitar el domicilio de 1600 Pennsylvania Avenue.
Y este año, como muchos otros, apareció el primero en la lista de los Nationals de Washington que no irá a visitar a Trump por motivos ideológicos: el cerrador estadounidense Sean Doolittle.
Tras conseguir el campeonato sobre Houston Astros en la Serie Mundial, el serpentinero de Rapid City, South Dakota, habló sobre su decisión de no ir con el equipo a la residencia oficial del ejecutivo en DC.
“Hay muchas políticas en las que desacuerdo, pero al final del día tiene que ver más con la retórica divisionista y el seguir permitiendo teorías de conspiración. Mi esposa y yo defendemos la inclusión; hemos trabajado con refugiados, gente que viene de países de precarias condiciones”, declaró Doolittle en una entrevista para el diario The Washington Post el pasado viernes.
El más grande problema que ve Doolittle en Trump es haberle concedido poder a la supremacía blanca. La retórica, que emplea de forma repetitiva, ha alimentado el racismo en Estados Unidos que nunca se ha podido eliminar, y Doolittle cree fervientemente que esto ha empoderado y le ha abierto camino a la gente que comparte ideas supremacistas. “No quiero juntarme con alguien que habla así”, resumió el lanzador.
“Mi cuñado tiene autismo y [Trump] es un tipo que se burló de un reportero discapacitado. ¿Cómo le explicaría si me junto con alguien que se mofó de la manera en la que él habla o mueve sus manos? No puedo dejar pasar eso”, agregó Doolittle en la entrevista al periódico capitalino, y sumó que su esposa Eireann tiene dos madres que están muy involucradas en la comunidad LGBTQ, por lo que “no quería darles la espalda, pero sí apoyarlas”.
Fuente: Sin Embargo
Source: Deportes