El futbol alemán dejó claro el buen momento que vive. No es de ahora, se trata del producto de hace algunos años que comenzaron a rendir frutos desde el 2014, al coronarse campeones en el Mundial de Brasil 2014, que continúa con la coronación en Copa Confederaciones 2017 y que se perfila a continuar en la Copa del Mundo de Rusia 2017.
A lo largo de la historia, Alemania ha sido considerado como una potencia del balompié, pero hoy en día se detecta una generación dorada de los germanos con una serie de títulos importantes en categorías importantes, no sólo con la selección mayor.
Todo comenzó con la partida de la dirección técnica de Jürgen Klinsmann, quien estuvo al mando de la selección de 2004 a 2006. En ese periodo no pudo trascender más allá del tercer lugar, tanto en la Copa Confederaciones del 2005 como en el Mundial de 2006, ambos torneos jugados como anfitrión.
Foto: Mexsport
Sin embargo, a ese proceso se le dio seguimiento con la designación como seleccionador de Joachim Löw, quien tomó el timón después de Klinsmann, de quien era auxiliar.
Löw conocía a los jugadores y de ese modo hubo continuidad en el banquillo. La apuesta resultó, primero, con un subcampeonato en la Eurocopa de 2008, un nuevo tercer lugar en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010, semifinales en de la Euro de 2012 y el campeonato del Mundo en Brasil 2014.
Ahora, con la obtención de la Copa Confederaciones de 2017, hace pensar en un posible doblete para el Mundial de Rusia 2018, tomando en cuenta que el torneo de este año se disputó con una base de jugadores jóvenes que han sido parte del trabajo y seguimiento a otras categorías, las cuales también han tenido un éxito rotundo.
Fuente: Excélsior
Source: Deportes