El viacrucis de un esguince

Los esguinces son una de las lesiones que se presentan con mayor frecuencia al realizar actividad deportiva y a veces sólo por caminar. Se dan porque la articulación sufre una mayor presión o solicitud de carga del organismo, en los casos más frecuentes, que son de tobillo, puede ser incluso por pisar superficies inestables como piedras, pero si no se tratan de forma adecuada se pueden convertir en una lesión crónica o llegar a una cirugía.

Leticia Flores Martínez, médico adscrito a Villas Tlalpan CONADE, explicó que los ligamentos son similares a una liga. “Si se jalan la mayoría de las veces regresan a su tamaño normal, pero si te pasas de fuerza, quedan guangas, si el jalón es muy fuerte se rompen, lo mismo le pasa al ligamento, su capacidad de elasticidad es del 3 al 4%, muy poca, por eso es muy fácil lastimarse”.

Compartió que el esguince más común es el de tobillo. “El que todo mundo conoce como torcedura, es un esguince de primer grado, donde no hay hinchazón ni hematoma y el dolor desaparece en corto tiempo, una o dos horas después. El de segundo grado es una torcedura más fuerte, aparece moretón o hematoma, dolor e incapacidad para el movimiento y dolor cada vez que se hace el movimiento que provocó la lesión, que en la mayoría de los tobillos se hace una inversión forzada”.

Mientras que, el de tercer grado es cuando hay una ruptura de más 70 u 80% de ese ligamento. “Ya no hay congruencia en la articulación y obviamente la lesión no permite ninguna estabilidad”.

La doctora destacó que, dependiendo de cuál sea el grado, será el tratamiento a realizar. “En los primeros dos tipos se lleva un tratamiento conservador, hielo, elevación e inmovilización, el de tercer grado, depende de la articulación, que tan dañado esté y si es un atleta, que tipo de actividad realiza en su deporte o si es una persona sedentaria”.

El esguince puede llegar a una intervención quirúrgica. “Si se han tenido esguinces repetitivos en el mismo lugar, normalmente se requiere cirugía para reparar esos ligamentos, porque si no, no se van a reparar, por eso es tan importante que acudan al servicio médico, para que se le dé el tratamiento y seguimiento adecuado”.

Respecto a las consecuencias de no tratar de forma adecuada un esguince, detalló que se puede sufrir una articulación inestable, “significa que se tuercen a cada rato, o también pueden resultar con una articulación dolorosa, es decir que con el frío, el calor, con cualquier cambio de temperatura o cualquier golpe por pequeño que sea les provoque dolor, incluso el simple hecho de la movilización normal les puede provocar dolor”.

Por último, opinó que un esguince mal atendido, puede ser peor que una fractura.

“Porque la fractura la inmovilizas o la operas, se ponen tornillos o placas, pero forzosamente se detiene la actividad, mientras que el esguince no, en ocasiones el umbral de dolor de la persona, le permite seguir con sus actividades, a pesar de tener un esguince de segundo o hasta tercer grado y eso es muy grave porque no permiten la cicatrización del ligamento, que es de 21 días aproximadamente, es decir 2 o 3 semanas, que son la que deben estar inmovilizados”, dijo.

“Si se atiende después de este tiempo, podemos ayudar con terapia física, pero ya no se va a reparar completamente esa articulación”, sentenció.

Por último, resaltó que, el tratamiento debe incluir “reeducación de marcha o de movimiento y reeducación o propiocepción, es decir, recobrar el lugar que ocupa esa articulación en el cuerpo, para que recupere toda su función sino se quedan a medias en la rehabilitación”.