El partido por el campeonato de la NFC es un duelo desigual, pero no sobre el terreno.
Entre Halcones y Empacadores se espera un duelo de muchos puntos cuando se enfrenten en el último partido del Georgia Dome, por un boleto al Super Bowl en Houston.
Cuando se habla sobre la tradición e historia de ambos equipos, los Packers tienen una enorme ventaja: su histórico Lambeau Field, 13 campeonatos de la NFL, cuatro títulos del Super Bowl…
¿Qué hay de los Halcones? En 51 temporadas, han disputado sólo un Super Bowl y lo perdieron. Durante la mayor parte de su existencia han seleccionado mal en el draft y han realizado transacciones terribles, como canjear a un prometedor quarterback a principios de los 90. Ése sería Brett Favre, quien tuvo una carrera brillante en Green Bay.
El sucesor de Favre en Green Bay está consciente de la importancia de jugar en un equipo con semejante historia. “No hay ningún otro escenario como éste en nuestro deporte”, dijo el quarterback Aaron Rodgers, quien ha capitaneado a los de verde y amarillo (12-6) a conseguir ocho victorias consecutivas. “Siendo fanático de la historia y como alguien que ama este deporte desde niño, uno se da cuenta lo especial que es formar parte de esta franquicia: existe desde 1919 y seguirá por mucho tiempo”.
Atlanta (12-5) no cuenta con esa tradición, pero sí tiene la ofensiva más potente de la liga, encabezada por el quarterback Matt Ryan, un candidato a Jugador Más Valioso; además, la ventaja de la localía: el Georgia Dome, que será demolido para ser reemplazado por el Mercedes-Benz Stadium, fue una caldera en la victoria sobre Seattle.
Los jugadores de 1999 no están aquí”, dijo el ala defensiva Dwight Freeney, recordando el único equipo de Atlanta que disputó un Super Bowl en 1998-99. “Los jugadores de Green Bay de 1995 tampoco”.
En cambio, estarán algunas de las estrellas del deporte, como Ryan y su receptor Julio Jones, quien se vio limitado en las prácticas por una lesión de un dedo del pie izquierdo.
Jones tuvo 83 recepciones para 1,409 yardas y seis TD en la campaña. “Sin problema estaré ahí”, dijo.
Rodgers quizá no cuente con su receptor favorito, Jordy Nelson, quien volvió a las prácticas, pero todavía se recupera de la fractura de costillas. Ryan y Rodgers son los dos favoritos al premio de Jugador Más Valioso; el primero tuvo el mejor año de su carrera, al completar casi el 70% de sus pases para 4,944 yardas y 38 TD. Rodgers lanzó 40 de TD, la máxima cifra esta temporada, y superó las 300 yardas en sus dos primeros juegos de playoffs.
Dos de las franquicias más exitosas del Siglo XXI se mostraron mutuo respeto de cara al juego que definirá al otro contendiente al Super Bowl
FOXBORO.
Pocas personas respetan tanto la historia de la NFL como Bill Belichick. Y el entrenador de los Patriotas de Nueva Inglaterra tiene una reverencia especial por los Acereros de Pittsburgh.
Uno de los motivos para su admiración es la manera en que la familia del fundador de los Acereros, Art Rooney, ha administrado una franquicia se ha mantenido entre las mejores de la liga durante décadas y que ha ganado varios Super Bowls. Se trata de un ejemplo que el dueño de los Patriotas, Robert Kraft, ha tratado de emular desde que adquirió a su equipo en 1994 y seis años después contrató a Belichick. Esa sociedad ha sido igualmente exitosa al conquistar cuatro títulos de Super Bowl.
Hoy, dos de los equipos más exitosos de este siglo chocarán en el estadio Gillette por el título de la AFC y un puesto en el Super Bowl.
“Pittsburgh ha sido un oponente difícil, desde la época del entrenador (Chuck) Noll en los 70”, dijo Belichick. “Han sido un equipo muy difícil durante todo este tiempo, que es todo el tiempo que yo llevo en la liga”.
Nueva Inglaterra o Pittsburgh han jugado en nueve de los 17 Super Bowls disputados desde 2000, y han ganado seis títulos entre ambos.
“Ellos tienen muchas victorias”, comentó el receptor de los Patriotas, Julian Edelman. “Sentimos un enorme respeto por los Acereros. Yo estudié en territorio acerero en (la universidad) Kent State. La mitad de la gente en la universidad usaba camisetas de los Steelers. Conozco bien a sus aficionados”.
A pesar de todos sus éxitos, estos equipos sólo se han topado cuatro veces en los playoffs. Los Patriotas ganaron tres de esos duelos, incluyendo los dos últimos en los partidos por el título de la AFC en 2005 y 2002 en Heinz Field. En ambas ocasiones, Nueva Inglaterra ganó el Super Bowl.
Ben Roethlisberger fue el QB protagonista cuando los Acereros ganaron sus dos últimos títulos, pero sólo se ha enfrentado una vez con Patriotas en playoffs en la derrota de 2005, su año de novato.
Big Ben ha hablado mucho sobre el respeto que siente por los Patriotas y su estrella Tom Brady, quien le pidió un jersey cuando los equipos se enfrentaron en octubre. Roethlisberger se perdió ese partido por una cirugía de rodilla, y ahora tiene otra oportunidad para jugar en la que considera como la “guarida del león”, Foxboro.
Brady ha ganado seis de ocho enfrentamientos contra Roethlisberger incluidos playoffs; tiene marca de 9-2 ante Pittsburgh, que comenzó el año con récord de 4-5, pero ganó sus nueve últimos partidos.