No siempre a la altura de su prestigio en esta Eurocopa, la campeona del mundo Francia afronta unos octavos de final asequibles, el lunes contra Suiza en Bucarest, para disipar dudas y lanzar su conquista, a pesar de las lesiones.
Las veladas rumanas presentan temperaturas más suaves que las noches húngaras, algo que ‘a priori’ le vendrá bien a unos ‘Bleus’ con ganas de cambiar de aires tras su estancia en Budapest en la fase de grupos.
Los hombres de Didier Deschamps llegan a la cita revitalizados luego de cinco días de descanso, y probablemente con los colmillos afilados a medida que cada partido cobra una importancia decisiva.
Ahora lo sabemos, o seguimos o nos volvemos” a casa, confesaba Paul Pogba después del Portugal-Francia del miércoles pasado (2-2).
Pero Suiza también cuenta con argumentos para presentarse sobre la mesa, empezando por su regularidad: se ha clasificado a octavos de los cuatro últimos grandes torneos. Aunque encuentra su techo en cuanto afronta un partido de eliminación directa. Su último cuarto de final se remonta al Mundial de 1954, en casa.
Fuente: Excélsior
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