La natación me salvó de la silla de ruedas: Valeria López

Se llama Valeria Monserrat López Gómez, tiene 16 años, la mitad de ellos dedicados a la natación. Gracias a su entrenamiento constante y disciplinado, en días recientes se colocó como la número cuatro del mundo en la prueba de 400 metros estilo libre, categoría S6, pero además el deporte la rescató de un futuro incierto.

“Tengo síndrome de Morquio (padecimiento que produce anomalías esqueléticas graves que ocasionan baja talla o enanismo, deformidades de la columna vertebral, pérdida de audición, anomalías visuales, lesiones hepáticas, cardiacas y respiratorias), hay medicamentos para curarlo, pero es muy caro, sale como en 80 mil pesos al mes”, explica la sirena ganadora de siete preseas en la pasada Paralimpiada Nacional Querétaro 2015.

“En la República Mexicana sólo hay siete personas diagnosticadas con este padecimiento, pero yo soy la única que puede caminar, conozco a otras dos, que van al CRIP (Centro de Rehabilitación Infantil Teletón) Occidente, están en silla de ruedas, tienen los pies como cruzados y no se pueden mover, a mí me lo detectaron hace tres años y gracias a la natación no he caído en silla de ruedas, porque el padecimiento parece que afecta mucho a las articulaciones, pero yo sigo caminando y haciendo mi vida normal”, asegura.

Valeria nació el 21 de abril de 1999, en Guadalajara, Jalisco y empezó en la natación como una forma de rehabilitación, en el CRIP Occidente. “Aprendí a nadar a los 8 años, a los 10 años, me mandaron al CODE y de ahí me jalaron para alto rendimiento, mi primera competencia fue en el 2010, tenía 10 años y gané cuatro medallas de oro en la Paralimpiada Nacional”, rememora.

Pero el éxito deportivo no fue obra de la casualidad, sino del esfuerzo y la constancia, porque Vale le dedica de 6 a 8 horas rigurosas, de lunes a sábado a su entrenamiento. “La natación me gustó y lo seguí como estilo de vida, es lo que hago todos los días y me gusta representar a Jalisco, me ha dado muchas satisfacciones, aparte que superó a los demás, me superó a mí misma y me ha dado más confianza”.

A mediados de julio, compitió por primera vez en un Campeonato Mundial IPC y se quedó a unos segundos de la medalla de bronce. “Glasgow fue mi primer mundial, me siento muy orgullosa, porque yo estaba rankeada en séptimo y pensé mejorar a un sexto o quinto, pero estuve a 15 segundos del tercer lugar y del podio y le bajé 15 segundos a mi marca”

“Estos son mis primeros Juegos Parapanamericanos, pero en 2013 competí en los Juegos Parapanamericanos Juveniles de Argentina y gané cinco medallas, un oro, tres platas y un bronce”, comparte.

En Toronto competirá en cinco pruebas: 400 y 100m libre, 50m mariposa, 100m dorso y 200m combinado. “Aquí tengo posibilidad de medalla y de bajar tiempos. Mi sueño es ir a Río 2016, Tokio 2020 y si se puede, ir a Chile porque ahí está la alberca más grande del mundo, de un kilómetro”, concluye.