Amas de casa, profesionistas o esposas, ellas dedican la mayor parte de su tiempo a la labor más completa y ardua de cumplir: ser madre.
Su dedicación, amor, cariño, paciencia, tenacidad, pasión y su deseo inagotable de dar lo mejor es motivo de homenaje y el deporte no es la excepción, pues son ellas quienes con vocación, tenacidad, experiencia, fortaleza y alegría favorecen la formación y educación de los campeones en el deporte.
Ellas inculcan valores primordiales en la formación de seres humanos, motivando y promoviendo la iniciación de sus hijos en la práctica deportiva a temprana edad, convirtiéndose en pilares en el éxito de los deportistas.
Este 10 de mayo, ellas celebrarán el Día de las Madres desde las tribunas, en las áreas de competencia, ya sea gritando o apoyando a sus campeones, como entrenadoras, jueces, encargadas del cuidado de los participantes, como árbitros, asistentes y en la mayoría de los casos pendientes a la distancia de los resultados que ellos obtengan en la Olimpiada Nacional.
Al igual que lo han hecho sus hijos en cada una de sus disciplinas, ellas son ejemplo de entereza, al entregar todo siempre preocupadas por su bienestar, favoreciendo así su desarrollo integral, salud, entereza y felicidad.
A lo largo de su desarrollo personal y deportivo, las madres optimizan o dividen sus actividades cotidianas velando por los intereses de sus hijos, sin importar que el de ellas se vea afectado, todo por verlos realizados en lo que más disfrutan hacer, gozando sus éxitos y llorando sus derrotas.
“Mi mamá ha sacrificado tiempo para llevarme a los entrenamientos, a la escuela, me daba ánimos para ir a entrenar, ha dejado de lado las fiestas por levantarse temprano a hacerme el desayuno y llevarme a la escuela y a los entrenamientos, no ha sido fácil y esto se lo agradeceré por siempre”, manifestó la clavadista de la medallista internacional.
Por su parte, el representante de bádminton de la Ciudad de México, Andrés Ramírez, encuentra en ella seguridad y apoyo cuando las cosas no marchan bien.
“Mi mamá es mi motor de vida, sin ella existiría un hueco en mí, ella me da seguridad y apoyo, cuando estoy decaído o pierdo algún partido ella es de las primeras personas que me anima para levantarme y seguir en pie, la quiero mucho y es la mejor”.
Sus consejos oportunos han permitido a muchos deportistas superar las adversidades, como en el caso de Alejandra Orozco, a quien su mamá, la señora Alejandra Loza, le inculcó el amor y la entrega a los clavados.
“Mi mamá es lo más importante que tengo en mi vida, es la persona que ha estado conmigo en todo momento, ella fue fundamental para que yo practique este deporte, de que lleve este estilo, educación y valores, me lo ha dado todo y con nada pagaría todo el agradecimiento que tengo hacia ella, me enseñó que jamás me debo rendir y dar lo mejor de mí, lo que soy y lo que quiero en mi vida es gracias a ella”, manifestó Alejandra Orozco.
De acuerdo a Maricela Monzón, mamá de la veracruzana Dolores Hernández, presenciar los triunfos de los hijos representa el mejor regalo para una madre.
“Todo lo que hace y todo lo que ha logrado es mi mayor satisfacción, es un orgullo para toda la familia y estoy muy contenta porque ha sabido ser una buena hija”.
Incluso, la señora Diana Reynoso, mamá de la ajedrecista Romina Espinal tuvo que dejar en Tabasco a sus otros dos hijos, Miranda y Alan, quienes tienen nueve y siete años de edad, respectivamente, para apoyar el sueño de la mayor de ellos.
“Tengo que apoyar las decisiones que cada uno de ellos tome, esto es lo que le gusta y aquí voy a estar el tiempo que sea necesario, mi amor y mi cariño siempre va a ser para los tres, sin importar que sea una fecha importante, los dejé con mi esposo y aunque los extraño ellos entienden que somos un equipo y apoyan el sueño de su hermana”.
Para la señora Cecilia Cetina, las muestras cotidianas de cariño son el mejor aliciente que puede recibir una madre, tal y como lo hace Luis Loria, quien comienza su día con un abrazo.
“Es muy cariñoso, siempre me da abrazos, es lo primero que hace todos los días y a todas horas, cuando está de viaje me llama, lo primero que hace al bajarse es hablarme para avisarme que está bien y yo pueda estar tranquila”, dijo la mamá del medallista de oro en gimnasia de trampolín.
También las travesuras forman parte de esa relación especial y única entre madre e hijos.
“Un día aventé dos rollos de papel al sanitario, pero sólo me dijo que no lo volviera a hacer y me perdonó, hay veces que me portó mal pero ella siempre está ahí para orientarme con sus consejos, mi mamá es la mejor”, manifestó Roberto Martínez, seleccionado de bádminton del estado de Baja California.
“A veces me porto mal, pero de chiquita le agarraba su maquillaje y comencé a pintar la pared con su labial y rímel, si se enojó pero me perdonó muy rápido”, reveló Ameyalli Ávila, ajedrecista de Durango.
Por el amor y cuidado incondicionales que brindan a diario, Alfredo Castillo Cervantes, titular de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, envía una felicitación a las madres mexicanas que impulsan la activación física de sus hijos y por ser los pilares fundamentales para crear campeones. ¡Feliz Día de las Madres!