Lionel Messi y Luis Suárez volvieron a ser determinantes para que el Barcelona diera cuenta del Atlético de Madrid al saldar el martes un empate 1-1 que instaló a los azulgranas en la final de la Copa del Rey por cuarto año seguido, informó la Agencia Reuters.
El resultado en el estadio Camp Nou estableció un 3-2 a favor del Barcelona en el marcador global.
A los 43 minutos, el uruguayo Suárez solo tuvo que empujar el rechace tras un remate de Messi. Fue la culminación de una jugada en la que el astro argentino desairó a la defensa del Atlético, obligando el rechace del arquero Miguel Moya.
La mala noticia para el Barcelona es que Suárez se perderá la final tras haber sido expulsado en los minutos de alargue al recibir su segunda tarjeta amarilla.
“Me río (de la expulsión) porque parece que era lo que quería porque cuando salto, me doy la vuelta. Y creo que a ver si es justo que puedan apelar la segunda amarilla porque ni siquiera es falta. A ver qué puede pasar porque ya se sabe cómo va. La primera tarjeta es la primera falta y me la sacan. No hago absolutamente nada, de ahí la indignación”, dijo para una televisora.
El partido tuvo un dramático cierre. Instantes después que Kevin Gameiro desperdició un penal al rematar por encima del travesaño, el atacante francés logró igualar a los 83 tras ser habilitado por su compatriota Antoine Griezmann.
Los dirigidos por Diego Simeone encerraron a los blaugranas dentro de su área, pero no pudieron conseguir el gol que hubiera nivelado el global.
En un ríspido partido, Barcelona acabó con nueve hombres, ya que Sergi Roberto también fue expulsado por doble amonestación con más de media de hora por jugar. Poco después, el Atlético también quedó con diez por la expulsión de Yannick Carrasco por acumulación de tarjetas.