Cinco de 45 bancos controlan la actividad financiera en México… y dos son españoles

En México, desde hace varios años la población se ha quedado con pocas opciones bancarias, ya que además de tratarse de un mercado oligopólico es costoso y con pocos beneficios, la legislación no brinda ofertas seguras para el ahorro popular, coincidieron instituciones como el mismo Banco de México (Banxico) y expertos en finanzas.

De acuerdo con información de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de los 45 bancos que funcionan actualmente y que en conjunto tienen un capital de 16 mil millones de pesos, cinco concentran la actividad financiera del país: BBVA Bancomer, Santander, Banamex,  Banorte e Inbursa.

Leticia Armenta Fraire, directora del Centro de Análisis Económico del Tecnológico de Monterrey, expuso que la situación podría analizarse tras la crisis económica de 1995, en la que muchos de los bancos mexicanos pasaron a manos extranjeras, lo que ha tenido como consecuencia que éstos no se preocupen por propiciar un mayor uso de los servicios bancarios, ya que la mayor parte de las utilidades las obtienen a través de otras vías que no son la del crédito, ya que desde 2012 –y por facilidades que propició la CNBV– los bancos pueden cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y colocar hasta mil millones de dólares en activos.

Según datos de la CNBV, tanto HSBC como Scotiabank para 2013, sus principales actividades bancarias no fueron redituables y las utilidades fueron obtenida por otras vías.

Esta situación ha generado que México sea considerado uno de los países consentidos para organismos bancarios internacionales ya que son mínimos los requisitos para su operación, además de que se ha facilitado el camino para que cadenas comerciales puedan tener su propio banco. Sin embargo, esto no se ha traducido en mejores opciones para los consumidores, siendo la tarjeta de crédito el principal medio de acceso a los bancos, según lo detalla un informe del Banco de México.

Esta condición también ha generado una alta tendencia a la colusión entre los participantes, además de que las mínimas barreras de entrada han provocado que la llegada de nuevos participantes no sea exitoso, como es el caso de Invex, Banregio, Mifel y Banco Fácil, pues la rentabilidad de éstos se ubica en el 2 por ciento, frente al 18.9 por ciento de Bancomer.

Banxico afirma que la concentración en el mercado bancario no ha variado en los últimos 20 años, en los que tan sólo dos bancos concentran el 83 por ciento de las ganancias netas, el 82 por ciento de los préstamos, el 68 por ciento de la cartera de clientes vigente, el 60 por ciento del manejo de tarjetas de crédito y 66 por ciento de la cartera crediticia. En el informe no se detalla cuáles son esos dos bancos y se sostiene que la causa de la situación es porque son necesarios “ciertos periodos de maduración para alcanzar un tamaño de operación competitivo”.

Además, los índices de movilidad reflejan la poca oferta que hay en el mercado, ya que se registró que sólo 5 por ciento de los clientes cambiaron de un banco a otro.

“Para el consumidor en general, esto se ha traducido en servicios costosos y de difícil acceso por los requisitos que deben cumplirse. También hay una mínima diferencia entre las tasas, las condiciones, las comisiones que los distintos servicios ofrecen aún queriendo aprovechar distintos tipos de ofertas. Lo cierto es que las condiciones en las que se ofrece el servicio son muy parecidas, justamente por esa falta de competencia”, consideró Armenta.

SIN ALTERNATIVAS DE AHORRO

El sistema financieron en México no permite darle un mejor servicio a los usuarios, revela estudio. Foto: Cuartoscuro

En el país existen diversas figuras de ahorro popular que en teoría fueron creadas como alternativas para un sector de la población que no cumpliera con los requisitos de acceso a servicios bancarios, sin embargo, la poca regulación de las autoridades correspondientes ha generado que ésta no sea una opción segura y confiable.

“La regulación debería facilitar el surgimiento de otro tipo de figuras que en su operación sean similares a los bancos, como son las figuras de ahorro popular, que puedan ser opciones que desde el sector bancario puedan satisfacer esos nichos particulares de mercado y favorecer su crecimiento”, comentó la especialista.

La legislación que regula al sector se ha dejado en el olvido, situación que quedó evidenciada con el fraude de 3 mil 200 millones de pesos que se realizó a través de Ficrea, una Sociedad Financiera Popilar (Sofipo).

La creación de estas figuras generó la idea de que sería más sencillo el acceso a opciones de ahorro, sin embargo, han terminado en problemas por la falta de regulación y la actuación de las autoridades al respecto. Precisamente, tras el problema de Ficrea,  salieron a la luz otros miles de afectados en otros estados de la República por la misma situación.

“Si la regulación fuera menos compleja y más práctica; si pudiera tener mayor transparencia para el público consumidor de servicios bancarios se podrían lograr dos cosas a la vez, que el sector creciera y que al público en general le resultara menos costoso”, concluyó Armenta Fraire.

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