- En 2015, México continuará como el principal consumidor a escala mundial
- Falla el objetivo de reducir la compra de bebidas azucaradas; prevalecen sobrepeso y obesidad: centro legislativo de estudios
- Tratar estos males absorbe la mitad del presupuesto de salud
México seguirá siendo el principal consumidor de refrescos en todo el planeta en 2015, año en que el gobierno federal espera recaudar 18 mil 271.1 millones de pesos por el impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS), de un peso, a cada litro de bebidas endulzadas.
Según un estudio del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, en 2015 las bebidas con azúcar contribuirán con 11.4 por ciento del total de la recaudación del IEPS –calculado en 159 mil 970 millones– y con 0.9 por ciento del total de los ingresos tributarios, previstos en un billón 978 mil 980 millones.
El centro citó que la OCDE coloca a México como el país con más decesos a causa de diabetes mellitus, con 83 mil 416 muertes en 2012, mientras el Instituto Mexicano de Competitividad (IMCO) reportó 8 millones 599 mil 374 diabéticos por sobrepeso y obesidad, lo que implica costos sociales de casi 85 mil millones de pesos anuales.
Necesarios, más recursos
En el estudio Medidas fiscales y extrafiscales para contrarrestar el consumo de bebidas saborizadas en México, el organismo señala que pese a que se han aplicado estrategias para controlar y prevenir enfermedades derivadas del consumo de refresco y/o aguas saborizadas, el objetivo no se ha logrado, principalmente porque no se ha logrado disminuir la compra de esas bebidas.
Uno de los retos que en opinión del centro de estudios se requiere para solucionar el problema es destinar más presupuesto a la prevención y control de sobrepeso, obesidad y diabetes.
En 2014 el gobierno federal dispuso 312.1 millones para ese objetivo, que se obtuvieron mediante la recaudación del IEPS; sin embargo, el tratamiento y muerte por diabetes representaron más de la mitad del presupuesto en salud, explicó el centro.
Según éste, en las dos décadas pasadas, el consumo de bebidas de alto contenido calórico se duplicó entre adolescentes y triplicó en adultos, lo que explica el incremento desmedido de las personas con sobrepeso.
Además, indicó, la propia industria refresquera ha reconocido que México es el principal mercado de esas bebidas. En 2012 se calculó que cada mexicano consumió en promedio 176.2 litros al año, esto es aproximadamente 483 mililitros diarios, cifra superior en 85.9 por ciento a la ingesta promedio de un estadunidense y 694 por ciento sobre al promedio mundial, de 22.2 litros anuales.
Este fenómeno provocó en el país un incremento en los casos de diabetes y obesidad temprana en niños y jóvenes, porque los refrescos se elaboran con sacarosa, glucosa y fructosa, sustancias que afectan el páncreas y fácilmente llegan a la sangre; se integran a los tejidos y se convierten en grasa excesiva.
De los 85 mil millones que se destinaron en 2014 en atender enfermos por diabetes y sobre peso, indicó, 73 por ciento corresponden a gastos por tratamiento médico, 15 por ciento a pérdidas de ingreso por ausentismo laboral y 12 por ciento a mermas de ingreso por mortalidad prematura.