Amague camionero-Insostenible inseguridad-Desinterés total

ENTRE AMAGUES Y amenazas es cómo ha fluido la relación entre el gobierno estatal y los concesionarios, especialmente entre el líder de la CTM, Francisco Lozoya, y las órdenes emitidas desde Palacio, pues mientras el mentado “Güero” ha intentado no una, sino varias ocasiones armar un paro en el servicio del transporte para picarles las costillas a la administración del gobernador Javier Corral, los malosos nos comentan que a quien le pusieron un “estate quieto” fue a él mismo, a sabiendas de que el mandamás del pulpo camionero tiene una cola bastante larga que le pueden pisar en el momento que el góber emita la orden, así que si ayer anduvo amagando con levantar las manos del volante, lo cierto es que no ocurrirá.

Y es que los más enterados nos dicen que el líder cetemista recibió jugosas cantidades de dinero cuando César Duarte era el gobernador, con la intención de no hacerle en aquellos tiempos el caldo gordo con el pésimo servicio de transporte, algo así como ocho milloncitos mensuales para solventar, a la manera duartista, las carencias en esos ayeres, por lo que si en los próximos días al “Güero” se le ocurre llamar a los choferes a un paro, lo cierto es que él podría terminar estacionado en una celda del CERESO de Aquiles Serdán, por delitos que tienen que ver con la corrupción del pasado sexenio en el que Duarte mandaba.

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INSOSTENIBLE, ES LA manera en que se describe la situación de inseguridad y violencia que ahora acecha a las corporaciones policíacas del Estado, pues los constantes ataques y atentados han puesto, por enésima ocasión, a la Fiscalía General y la Comisión Estatal de Seguridad en alerta roja, y aunque el fiscal César Peniche y el titular de la CES, Óscar Aparicio Avendaño, salieron desde ayer a expresarse y condenar los ataques, lo cierto es que ninguno de los dos funcionarios se han aplicado para erradicar la narcoviolencia, esa que desde el 2016 a la fecha, ha vuelto a las mismas cifras hace menos de una década sembraron el terror y la desolación en Chihuahua.

Apenas en este mismo espacio le informábamos del descontento entre los casi 100 agentes de la CES que enviaron de la capital a Ciudad Juárez, luego de la masacre en la colonia Praderas de los Oasis, pues afirman que viven sin siquiera servicios básicos, por lo que el incremento de las agresiones en su contra ahora sí les paró a todos los pelos de punta.

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PERO QUIEN NO sufre ni se acongoja, a pesar de la violencia y el hecho de que le están matando a sus policías, es el gobernador Javier Corral, que así, sin tacto alguno, enterró con un tuit lo que había cosechado hace tres días en Ciudad Juárez y su relación con el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, pues criticó la política del tabasqueño de “borrón y cuenta nueva”, así, fiel a su estilo lleno de soberbia y carente de diplomacia, lo que le costó también un roce digital con el expresidente de México, Felipe Calderón. Además, ahí no se detuvo su carencia de interés por los temas del Estado que dice gobernar, sino que también se dio chance de visitar a Enrique Alfaro, el futuro mandatario de Jalisco.

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Y ES ESE desinterés que el gobernador Javier Corral muestra por la seguridad, la salud y el desarrollo social, no así por perseguir a corruptos priistas, lo que ocasionó que los alcaldes electos de extracción tricolor, hayan decidido que gestionar recursos ellos solitos con los nuevos diputados y senadores, derechito con la federación y de plano saltarse al Gobierno del Estado, ya que en los últimos dos años, en Palacio ni siquiera les ponen atención, mucho menos les van a soltar recursos.

 

 


Source: Columna